Y tenemos aquí en esta ocasión a Jim Duvall, un tipo que cuenta que mientras estaba en el instituto participaba en rodeos, actividad que dejó a un lado cuando comenzó a estudiar Física. Mientras tanto ayudaba en conciertos de rock como ingeniero de sonido y se preparaba para licenciarse en Ingeniería Aerospacial llegando a poseer su propia empresa de investigación y desarrollo en el campo de lasers para la NASA. Pero un buen día tuvo una cita con una chica que necesitaba una web para promover un negocio de sexo telefónico. Jim le tomó el mismo unas fotografías y... ¡voilà!, entró de lleno en el mundo de los fotógrafos eróticos. Todo esto es lo que cuenta el fotógrafo de él mismo. Si es cierto o una inmensa falacia poco nos importa a todos ¿no?
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