A ver si es verdad y por fin se va el bochorno. Ya tengo ganas de hacer alguna excursión al bosque para admirar sus tonalidades ocres y disfrutar del aroma húmedo de la hojarasca. Claro que no llego a los extremos de mi prima, la de Ripoll, que se dedica a buscar setas de esta guisa. Siempre ha sido un poco rara esta chica.
domingo, 21 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario