Si os habéis bajado películas con programas de intercambio de ficheros, quizás alguna vez habréis visto que el título y argumento de la que pensabais conseguir tenía poco que ver con lo que finalmente –coitos y felaciones varias- teniais en vuestro ordenador. A mi hoy me ha pasado algo parecido, aunque no de ese estilo. Me explico. Leí algo sobre una película basada en la leyenda mexicana de La Llorona –una mujer que ahogó a su hijo hace más de 500 años y que se convirtió en maldita- y me dispuse a buscarla. Encontré referencias de una cinta norteamericana de 2006 llamada La Llorona (The Wailer), pero la crítica la tildaba de poco menos que subproducto para fondo de catálogo de videoclub de barrio que no era apta ni para pasar una tarde de sofá con palomitas. Aún así, pensé que un friki como yo tenía que verla al menos una vez, aunque sólo fuese para reseñarla negativamente en el blog.
Pero –y ahora enlazo con el inicio de esta entrada- mi sorpresa ha sido que el fichero que he descargado se corresponde con otro largometraje norteamericano de 2007 titulado La Llorona (The Cry), basado en el mismo mito pero más cercano al thriller policíaco paranormal que al terror gore para adolescentes. El resultado –no os engañaré- no es nada del otro mundo. Sin embargo el resultado es digno y creo que –esta vez sí- es una buena distracción para una sesión de sofá con palomitas sin pretensiones.
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