viernes, 30 de noviembre de 2018

James Earley


Finalizo las entradas del viernes con James Earley, un talentoso pintor autodidacta que está considerado como uno de los grandes valores de la pintura británica en el apartado de retrato. Especialmente reconocidas son sus obras dedicadas a los sin hogar.

Alcatrazz – Disturbing the peace (Capitol records – 1985)


Amigos del vinilo, la calidad de Graham Bonnet como vocalista y su importancia en la historia de la música de la segunda mitad del siglo pasado está fuera de toda duda me parece a mi. Por ello, no entiendo cómo –tras mi entrada dedicada al primer álbum de Alcatrazz– a nadie se le ha ocurrido reseñar su segundo trabajo. Y es que, si el primero tenía en sus filas a Yngwie Malmsteen, este contaba nada más y nada menos que con Steve Vai. Así pues, dejadme que hoy os hable del estupendo Disturbing the peace. Producido por Eddie Kramer –como el de Frehley que os comenté aquí hace quince días– entre los Cherokee y los Skyline studios, la formación que grabó el disco fue la misma que en su predecesor –Graham Bonnet a las voces, Jimmy Waldo a los teclados, Jan Uvena a la batería y Gary Shea al bajo– con la mencionada substitución del sueco Malmsteen por el norteamericano Steven Siro Vai, quien en esa época era un jovencísmo virtuoso de la guitarra que había tocado con Frank Zappa y acababa de editar su primera obra en solitario, un experimental Flex-Able del que también os hablé aquí. Sorprendentemente, un Bonnet acostumbrado a trabajar con genios de las seis cuerdas con fuerte carácter –o precisamente por ello– no estuvo demasiado contento de emplear a Vai como reemplazo de Malmsteen, pero con gran acierto hizo caso de la recomendación de su teclista. 

Con una sobria portada totalmente en negro aunque con unas franjas satinadas sobre fondo mate que recuerdan los barrotes de una prisión, el disco tenía el siguiente track list

A 
God blessed video 
Mercy 
Will you be home tonight 
Wire and wood 
Desert diamond 

B 
Stripper 
Painted lover 
Lighter shade of green 
Sons and lovers 
Breaking the heart of the city 


God blessed video es de lo más cañero para comenzar por todo lo alto, un tema en el que destacan la voz de Bonnet, los teclados de Waldo y las florituras a la guitarra de Vai. Mercy baja un poco el ritmo y nos muestra a un Bonnet cómodo entre melodías arábigas en plenitud de facultades vocales y a un Vai tocado por la mano de Dios –o del diablo, los que hayáis visto Crossroads me entenderéis– capaz de sacar de su Ibanez sonidos excelsos. Will you be home tonight es un precioso tema que transmite emoción de principio a fin y en el que la banda suena mejor que nunca, de lo mejorcito del álbum. La caña vuelve con Wire and wood, con un inicio a cargo de Vai utilizando un fraseo del que se volvería a servir años después en su Answers del Passion and warfare –de hecho, a lo largo del disco, Steve utiliza varias ideas que se pueden escuchar en sus diferentes álbumes en solitario– y un Bonnet hardrockero al servicio de un temazo en el que quien se luce de verdad es el guitarrista en un tema claramente compuesto por él. Desert diamond es el baladón Vai style en el que volvemos a escuchar a Bonnet entregado a un tema envuelto en melodías arábigas. El solo central es de los que hacen historia. 


Cambiamos de cara y salimos del estado de ensoñación al que nos ha transportado la anterior canción con Stripper, otro trallazo, un tema sexy con rápidas guitarras y batería galopante en el que encontramos al Bonnet más hardrockero y a un Vai inspiradísimo como siempre. Painted lover es en mi opinión un tema menor, sin perder de vista que eso –con intérpretes como Vai, Bonnet, Waldo y compañía– no significa necesariamente una pérdida de calidad. Le sigue Lighter shade of green, un pequeño interludio instrumental, y Sons and lovers que es otro temazo aunque esa mezcla de melodía poppy con los desvaríos de Vai a lo Zappa no ayuda a que destaque entre otros temas como el inicial God blessed video –que tuvo una notable difusión por MTV– o Stripper. Se podría decir que es la pequeña joyita escondida del disco. Skyfire es otro hard rock estupendo en el que la banda suena conjuntada y en el que pese a la innegable posición adelantada de la voz de Bonnet y la guitarra de Vai, Uvena, Waldo y Shea conforman un background inmmejorable para sus compañeros. La peculiar Breaking the heart of the city –peculiar por ese coverdeliano título, la entonación de Bonnet, el inicio con una batería programada y esa melodía y coros claramente stevevaianos– pone el punto final exótico a un disco que hizo olvidar rápidamente a Malmsteen y puso un peldaño más en la escalera al olimpo de Steve Vai, quien tras la gira de presentación del álbum fue tentado por los cantos de sirena –y sus dólares frescos, claro– de David Lee Roth. Pero esa es otra historia. 

En definitiva, un disco verdaderamente imprescindible como –casi– todos los de la carrera de un Graham Bonnet que a sus 70 años, en gran parte gracias a Michael Schenker, atraviesa una segunda juventud y ha sacado nuevo disco este 2018. 






¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Entrada publicada simultáneamente en ffvinilo.blogspot.com

jueves, 29 de noviembre de 2018

Siggi Eggertsson


Y hoy le toca al ilustrador y diseñador islandés Siggi Eggertsson. Nacido en una pequeña localidad llamada Akureyri, desde pequeño se dedicó a dibujar y a jugar con su PC hasta que descubrió que podía juntar ambos mundos y hacer de ello su profesión. Estudió arte en la Listaháskóli Íslands de Reykjavík y obtuvo su primer trabajo antes de trasladarse a Nueva York, donde evolucionó su personal estilo. En la actualidad reside y trabaja en Berlín para clientes como Nike, Microsoft, ESPN, GQ, H&M, Coca-Cola o PlayStation, entre otros.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Ulrike Meutzner


Acercándome cada vez más al inicio del último mes del año –cómo pasa el tiempo, joder– os traigo hoy a la fotógrafa freelance suiza Ulrike Meutzner. Formada en la Hochschule RheinMain de Wiesbaden, reparte su tiempo entre Berna y el Lago Constanza.

martes, 27 de noviembre de 2018

Rala Choi Re-visited


Esta es Rala Choi, fotógrafa surcoreana afincada en Seúl que se resiste a pasarse al mundo digital y –jugando con los colores– otorga a sus retratos una preciosa apariencia pictórica. Nos visitó un primaveral 15.05.15 pero hoy regresa a este espacio.