Ya os he dicho en varias ocasiones que la relación que tengo con el deporte es más bien escasa. Sin embargo, de tanto en tanto, me gusta hablar del tema en este blog. Hoy lo haré desde el punto de vista estético, comenzando con Anna Kournikova porque en el deporte de élite, a veces conseguir premios no es lo más importante. Claro que hay quien tiene suerte y saborea tanto las mieles del triunfo como las del glamour, caso de Venus Williams. Luego están nuestras abnegadas y esforzadas tenistas, como Conchita Martínez, quien –definitivamente- aparece aquí únicamente por sus méritos deportivos. No hay más cera que la que arde, amiguitos.
domingo, 7 de septiembre de 2008
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