Y como hace tiempo que no os hablo de cine, voy a remediarlo de inmediato. Precedida por algunas críticas bastante negativas que había leído, aún así escogí ayer noche ver esta obra de Kim Ki-Duk llamada Bad Guy –o lo que es lo mismo, Chico malo-, una cinta que explica la historia de un chico “rarito”, un verdadero friki que está para encerrar y que se siente irremisiblemente atraído –obsesionado más bien- por una joven a la que tiende una trampa que obliga a ésta a dedicarse a la prostitución para poder así afrontar una deuda económica.
Poco a poco conseguirá –no sin vivir ciertas penurias y hacérselas vivir a la pobre Kim Sun Hwa- acercarse a su objeto de deseo. La pregunta es ¿conseguirá que la chica le ame –víctima de un síndrome de Estocolmo galopante- o, por el contrario, le rechazará, vengándose por todo lo que le ha hecho pasar? Yo amiguitos, por si os decidís por ver la película, no os lo desvelaré.
Lo que sí os diré es que, en general, si el argumento puede considerarse interesante como punto de partida para reflejar los sentimientos de los diversos personajes que aparecen con mayor o menor protagonismo en esta historia, en relación a los aspectos técnicos –música, fotografía...- os diré que creo que la cinta no está a la altura de las otras que os he recomendado de este realizador. Pero, ya sabéis, entiendo poco de todo cuanto hablo así que lo mejor es que la veáis y juzguéis por vosotros mismos.
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