Me despido hoy del Museu Dalí con esta segunda entrada que dedico a la visita que realicé hace un par de semanas a la localidad de Figueres, en la que podéis ver más señales del talento surrealista del genio ampurdanés, así como un par de ejemplos de las obras de otros autores que Dalí poseía –el realista William Adolphe Bouguereau y el escultor hiperrealista John De Andrea, a los que también admiro- y varias tomas de la decoración exterior del entorno del museo. Finaliza la serie una instantánea dedicada a la barbacoa de la que dimos cuenta al regresar a la casa de nuestros amigos, que tuvieron a bien alojarnos ese fin de semana en el que –además de alimentar estómago y espíritu- disfrutamos de su compañía.
lunes, 5 de noviembre de 2012
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1 comentario:
Un día redondo, quizás para alguien de su "guisa" y "porte" todo un aquelarre imaginativo...
Impresionante el lugar y cuanto cuenta.. en referencia a la barbacoa no me siento ... ¿cómo diría?... envidiosillo sino más allá...
Salu2 de buenas noches tenga su merced.
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