martes, 30 de junio de 2009
Artemisa Gentileschi
Os presento a Artemisa Gentileschi, una pintora italiana barroca influenciada por Caravaggio que a los diecinueve años fue violada por un tal Agostino Tassi, colaborador de su padre –el también pintor Orazio Gentileschi- que le enseñaba a pintar en su estudio ya que por aquel entonces las academias de arte estaban vetadas a las mujeres. A modo de venganza y mudo grito de rabia, en su Judith decapitando a Holofernes –que adjunto-, Artemisa se representó en el personaje de Judith y puso a Holofernes los rasgos de Tassi. Se trata de la primera mujer que ingresó en la Accademia del Disegno de Florencia.
lunes, 29 de junio de 2009
I love Badminton
Ya es lunes piltrafillas, apretemos los dientes y dispongámonos a caminar hacia el viernes con determinación y espíritu de sacrificio. Ahora –tras esta declaración de objetivos- os voy a hablar de un deporte al que recuerdo haber jugado esporádicamente en mi infancia. Se trata del bádminton, parecido al tenis pero que se juega en recintos cerrados y en el que en lugar de pelota se emplea un proyectil llamado volante. Las reglas también difieren de las de otros juegos de raqueta, pero tampoco es cuestión de detallarlas aquí. Os diré que se trata de un deporte olímpico y que necesita resistencia aeróbica, fuerza y velocidad, características todas ellas de las que carezco. Quizás por eso haga tantísimos años que no juego al bádminton.
domingo, 28 de junio de 2009
King Piltrafilla
Y finalizo con una pequeña muestra de la galería de obras recientes de un autor que quizás conozcáis. Se trata de King Piltrafilla, fotógrafo amateur de ínfimo talento que se empeña en publicar sus instantáneas en este espacio, más que nada por que es SU blog. Así pues amiguitos, aquí tenéis estas bonítas imágenes para celebrar un domingo al que irremisiblemente se le escapa el tiempo augurando una nueva y excitante entrada de semana que nos aportará estrés, ansiedad y mala leche. Optimista y positivo ante la vida que es uno.
David Levinthal
Leo hoy que en la Galería Javier López de Madrid se puede disfrutar de una exposición en la que es protagonista el cuerpo femenino. El montaje se nutre de un total de veinte obras creadas por seis artistas de primera línea.
Uno de ellos es David Levinthal, fotógrafo natural de San Francisco que vive y trabaja en Nueva York y que lleva casi treinta años realizando exposiciones, sobre todo por los Estados Unidos pero también en Francia, Alemania, Brasil o –como ahora- España. Realiza reportajes editoriales para GQ, Playboy, Metropolis, Life o The New York Times y también ha hecho publicidad para marcas como IBM o Absolut. Es de esos artistas que llaman la atención, tanto por el colorido y encuadre de sus obras como porque –os habréis dado cuenta- utiliza figuritas para elaborar sus series de polaroids más personales.
Del resto de integrantes de la exposición –Opie, Ruff, Mapplethorpe, Serrano y Araki- ya os he dado cuenta en este blog tan ameno que tantas satisfacciones me da.
Del resto de integrantes de la exposición –Opie, Ruff, Mapplethorpe, Serrano y Araki- ya os he dado cuenta en este blog tan ameno que tantas satisfacciones me da.
Edgar Degas
Habiendo expresado en bastantes ocasiones mi gusto por los impresionistas, parece raro que aún no le haya prestado un espacio en este blog a Edgar Degas, pintor y escultor francés considerado uno de los fundadores del mencionado movimiento artístico aunque su estilo peca de demasiado clasicista. Además, es un amante de la luz artificial por lo que para sus coetáneos era algo así como un outsider. Estudioso del Renacimiento, se declaró un enamorado de Rafael e Ingres y plasmó en sus obras cierto gusto por los encuadres que hoy diríamos de estilo fotográfico. A Degas se le conoce principalmente por sus obras dedicadas al ballet y los desnudos femeninos y por utilizar el pastel en detrimento del óleo.
Grzegorz Zawadzki
Prosigo ahora con este fotógrafo y periodista polaco de impronunciable nombre llamado Grzegorz Zawadzki. Se declara un enamorado de la simplicidad y la autenticidad y cuenta que es feliz proporcionando ilusiones. Ha participado en varias exposiciones colectivas e individuales y asegura que no existe mujer fea, sino malos fotógrafos.
Takako Yamada
Nippon no onna. Así es piltrafillas, 15 días sin mis amigas las idol. ¿A que las habéis echado de menos? No lloréis más amiguitos, os voy a presentar hoy a una que seguro colmará vuestras ansias de bellezas niponas. Se llama Takako Yamada, tiene 35 años –si no recuerdo mal, es de largo la de mayor edad de todas cuantas os he hablado- y es una gravure idol que en los años 90 fue muy famosa, llegando a formar parte de las C.C.Girls, el primer grupo musical formado únicamente por idols. Sus integrantes –aunque la composición del grupo sufrió diversos cambios en el tiempo- realizaron diversas apariciones en televisión y rodaron varios gravure videos. Sin embargo, la única que tuvo éxito en solitario fue nuestra amiga Takako.
Hollywood Chainsaw Hookers
Ah amiguitos, pero si la anterior cinta resultaba patética al pretender algo y no conseguirlo –lo que en inglés llamaríamos wannabe-, esta casposa Hollywood Chainsaw Hookers resulta fresca y distraída en su frikismo ya que no ansía nada más que ofrecernos un subproducto de serie Z de Fred Olen Ray para pasar el rato. Poco hay que contar de esta cinta. Ni destaca el guión, ni las interpretaciones, ni la puesta en escena... pero el argumento es bizarro. Todo un guiño al espectador es que el actor que interpreta al sumo sacerdote de la secta sea el que llevó a la pantalla al mítico personaje de Leatherface en Texas Chainsaw Massacre.
Lo que nos cuenta este film es como el detective privado Jack Chandler es capturado por una secta egiptófila formada por prostitutas que practican sacrificios con sierras eléctricas cuando busca a Samantha, una joven que ha huído de casa. La cinta tiene algunos diálogos divertidos –cuando el sacerdote le explica a Chandler lo que hacen, este le pregunta “¿Y a quién rezáis, a Black & Decker?” o cuando una de las putas le pregunta a la otra “Antes de matarle, ¿no quieres un poco de uhmmmm?” y la primera se mira el reloj dubitativa y finalmente responde “No, ya es casi la hora de Letterman”, un conocido showman televisivo estadounidense- y muestra algunas tetas y un poco de sangre. Es decir, que con menos dinero –muchísimo menos- tenemos un producto más entretenido que la pretenciosa Lesbian Vampire Killers. Así que ya lo sabéis amiguitos, palomitas, cervezas y a distraerse, que para eso es el cine.
Lesbian Vampire Killers
Piltrafillas, inicio mi sesión de críticas cinematográficas con una película de interesante título llamada Lesbian Vampire Killers que, lamentablemente, se queda ahí. Así es. De manera inteligente –yo diría que es lo único de toda la cinta que se puede calificar así e incluso estariamos exagerando- los guionistas y creadores de este engendro –habituales de la cadena musical MTV- decidieron hacer una comedia de vampiros a la que añadieron la vertiente lésbica esperando que los potenciales espectadores masculinos corriesen –quizás no he empleado el verbo más indicado en este caso- hacia las salas de proyección. Pero el resultado –no sé como ha funcionado en taquilla, pero la crítica ha sido despiadada- no podía ser peor. En teoría piltrafillas esta película es una comedia. Pues bien, exceptuando un par o tres de momentos –apenas segundos en el metraje total- que nos arrancan una sonrisa, el resto es patético: los diálogos no hacen gracia, las vampiras no dan miedo, los efectos visuales son de los baratos y lo más importante, ni escenas lésbicas ni sexo ni erotismo... ni casi sangre, al menos roja.
En fin, que la idea –sin ser original- podía haberse resuelto rodando una película distraída, con terror gore y unas gotas de erotismo a las que se prestaba el título. Pero no ha sido así. Veréis, lo que Lesbian Vampire Killers nos cuenta es que dos amigos a los que la vida no les está yendo demasiado bien, deciden hacer una excursión y pasar unos días juntos en un pueblo perdido. Y mira que hay pueblos para perderse. Pues resulta que van a caer en uno en el que siglos atrás, la vampiresa Carmilla –antes de morir- maldijo a la población provocando que las mujeres que allí moran se conviertan en vampiras. Si a eso le añadimos que la pareja de desgraciados se encuentra con unas jovencitas desinhibidas que viajan en una furgoneta, el desenlace está servido, nuestros amigos protagonistas deberán convertirse en los asesinos de vampiras lesbianas del título. Pero –como ya os he contado- los autores del despropósito lo han echado todo a perder. Total, que no perdáis el tiempo con esto.
En fin, que la idea –sin ser original- podía haberse resuelto rodando una película distraída, con terror gore y unas gotas de erotismo a las que se prestaba el título. Pero no ha sido así. Veréis, lo que Lesbian Vampire Killers nos cuenta es que dos amigos a los que la vida no les está yendo demasiado bien, deciden hacer una excursión y pasar unos días juntos en un pueblo perdido. Y mira que hay pueblos para perderse. Pues resulta que van a caer en uno en el que siglos atrás, la vampiresa Carmilla –antes de morir- maldijo a la población provocando que las mujeres que allí moran se conviertan en vampiras. Si a eso le añadimos que la pareja de desgraciados se encuentra con unas jovencitas desinhibidas que viajan en una furgoneta, el desenlace está servido, nuestros amigos protagonistas deberán convertirse en los asesinos de vampiras lesbianas del título. Pero –como ya os he contado- los autores del despropósito lo han echado todo a perder. Total, que no perdáis el tiempo con esto.
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