Gia

Piltrafillas, si esta mañana os he comentado que hoy se conmemoraba el aniversario del fallecimiento de Gia Carangi, parece obligado que dedique una de mis reseñas a Gia, la película que se estrenó en el canal por cable HBO en 1998. Protagonizada por Angelina Jolie en el papel de la súpermodelo, la actriz fue aclamada por la crítica y Gia supuso para ella la concesión ese año de un Golden Globe y un Guild Award en la categoría de mejor interpretación femenina en el apartado de miniseries. El argumento ya os lo he avanzado en mi entrada de antes, ya que la cinta es un biopic y se centra en la historia de la joven modelo. Se inicia en su infancia en Philadelphia en el seno de un hogar en el que las peleas entre sus progenitores desembocan en la huída de su madre, que la abandona pese a ser Gia la niña de sus ojos. La historia da un salto y nos encontramos con la Gia joven que trabaja como camarera en el restaurante de su padre, y cuya aparente rebeldía no es más que una muestra de la inseguridad que le ha provocado crecer sin madre –algo que resume ella misma en la frase que le dice a un cliente, "si acojonas a la gente, no se dan cuenta de lo asustada que estás"- y que finalmente será decisiva en la espiral de autodestrucción que iniciará inconscientemente cuando descubra la soledad que envuelve el mundo en el que está a punto de entrar. 

Descubierta por un fotógrafo de modas, Gia conocerá a la representante de modelos Wilhelmina Cooper –en quien subconscientemente buscará la figura materna-, que le conseguirá audiciones para los más reputados fotógrafos del momento y la oportunidad de aparecer en publicaciones de primera línea y desfiles de alta costura. El desparpajo de Gia y su inhibición le llevará a escalar posiciones en el olimpo de las publicaciones de moda lo que la convertirá en una joven rica y ayudará a que recupere a su madre. En la vertiente sexual, Gia nos cuenta sin reparos la relación que la modelo tuvo con una maquilladora llamada Linda, de quien estuvo profundamente enamorada. Sin embargo, la soledad del mundo de envidias en el que trabaja, la superficialidad, los problemas en la relación con su madre –a quien nunca ha perdonado que la abandonase de pequeña- y la imposibilidad de vivir su romance abiertamente junto a la inseguridad que antes os comentaba, llevan a Gia a la heroína –hacía tiempo que consumía cocaína- y al inicio de su caída en desgracia mientras se interna en diversas curas de desintoxicación. 

A destacar también la interpretación de Faye Dunaway como Wilhelmina –se llevó el Golden Globe a la mejor actriz secundaria- y, como curiosidad, deciros que al principio de la película también aparece Mila Kunis –que ya era preciosa entonces- como Gia de niña. Amiguitos, evidentemente no me estoy refiriendo a una gran película. Sin embargo, es un documento de gran calidad sobre el desgraciado final de Gia Marie Carangi y el retrato de un mundo falso en el que –tal y como una editora de publicación que podría ser Vogue o Cosmopolitan dice- las modelos no son más que carne, solomillos que sirven para vender revistas. Así pues, recomendada para amantes del mundo de la moda vírgenes que deseen abrir los ojos a la realidad, amantes de las historias basadas en hechos reales y seguidores de Angelina Jolie.