Mark Tennant Re-visited

Este miércoles os traigo una nueva selección de obras de Mark Tennant, un pintor norteamericano del que ya os hablé un otoñal 23.11.19 y que me tiene enamorado.

Melanie Ziggel

Y este martes le toca a la alemana Melanie Ziggel, una fotógrafa de Berlín que residió una temporada en Nueva York antes de regresar a su país y estudiar Animación y Realización Digital, además de trabajar en Munich para GQ. Establecida ya en su ciudad natal, trabaja como freelance como realizadora de vídeo y editora.

Kenneth Wong

Hoy comienzo una nueva semana con Kenneth Wong, un fotógrafo de Singapur que se formó en la University of Illinois, puso en práctica sus conocimientos teóricos trabajando en Chicago como asistente de diversos profesionales y en las últimas dos décadas –de regreso en su país– ha trabajado en moda y belleza adquiriendo experiencia en el ámbito de la iluminación, la narrativa y la rápida solución de problemas.

Tendai Pottinger

Y despido el domingo con el británico Tendai Pottinger, un fotógrafo y director creativo establecido en Londres, enamorado del arte, las personas y las relaciones entre ellas.

Revelaciones de un maníaco sexual (1972)

Así es, este domingo toca hablar de Revelaciones de un maníaco sexual, una película italiana dirigida y coescrita por el romano Roberto Bianchi Montero, realizador con una dilatada carrera en el melodrama y los spaghetti western sobre todo. Protagonizada, entre otros intérpretes, por Farley Granger, Sylva Koscina, Silvano Tranquilli, Chris Avram o Annabella Incontrera, el argumento nos cuenta cómo el inspector Capuana es el encargado de investigar los asesinatos de varias mujeres cuyo nexo de unión es que, casadas con hombres influyentes, habían sido infieles a sus maridos. De hecho, el asesino deja al lado de sus cadáveres fotografías de las víctimas con sus amantes, de quienes no se muestran las caras. 

 

La verdad es que esta Revelaciones de un maníaco sexual es bastante simplona, con asesinatos muy mal rodados, en la que por destacar algo se puede decir que abundan las escenas con actrices en topless, que ya es decir. La peliculilla, que no pasa de ser ligeramente entretenida, es una mezcla de géneros policíaco y slasher, pero sin gusto y sin el gore y la característica fotografía de colores intensos del giallo puro. Además, abusa de clichés como el personaje homosexual de excesivo amaneramiento, un tanatopractor perturbado para despistar, la mención a militares o políticos que la policía no debe investigar y mujeres de clase alta comentando sus mierdas medio en bolas en el salón de masajes. En fin, para ver, pasar el rato y poco más.