Despido el domingo con el realizador y fotógrafo francés Olivier Pezzot, autor de unos retratos cargados de erotismo.
domingo, 30 de septiembre de 2018
La invasión de los zombies atómicos (1980)
Y completo el aporte cinematográfico dominical con La invasión de los zombies atómicos, una coproducción hispano-italiana dirigida por Umberto Lenzi, realizador que casi seguidas a esta cinta dirigiría –entre otras– Eaten alive! (ver aquí), Cannibal Ferox (aquí) o la más tardía Nightmare beach (aquí). La que hoy me ocupa es un cinta algo cutre en su resultado, protagonizada por el mexicano Hugo Stiglitz, las italianas Laura Trotter y Maria Rosaria Ommagio –pocos años después de convertirse en un mito erótico en nuestro país tras aparecer desnuda en La lozana andaluza, de Vicente Escribá–, los españoles Manolo Zarzo y Paco Rabal (¿qué hace aquí, si no es llevarse un dinerito por interpretar a un personaje del todo irrelevante y sobar a la Omaggio?) y Mel Ferrer, típico ejemplo de estrella estadounidense en horas bajas contratada para dar empaque a la distribución de la película en norteamérica. La verdad es que, más que de zombies, de lo que trata la cinta es de seres enloquecidos y quemados por la radiación atómica –de hecho, su título internacional fue Nightmare city– pero se ve que aquí vendía más el tema de los muertos vivientes. Total, que estamos ante una historia que comienza con el reportero de televisión Dean Miller trasladándose al aeropuerto para entrevistar a un científico que trabaja en una central nuclear en la que se ha producido un aumento de los niveles de radiación. Pero de pronto ocurre algo. Un avión militar sin identificadores que permitan identificar su nacionalidad pide permiso para aterrizar.
Sicario: Day of the Soldado (2018)
Mi primera reseña del día es para Sicario: Day of the soldado, la secuela –que no continuación– de la estupenda Sicario del canadiense Denis Villeneuve, de la que ya os hablé aquí. En esta ocasión es el italiano Stefano Sollima quien recupera los personajes principales de la primera historia –básicamente el cínico agente Matt Graver y el asesino Alejandro Gillick– para explicarnos cómo el gobierno de los Estados Unidos, por supuesto tras una pantalla de empresas tapadera y valiéndose de mercenarios, planea enfrentar a los cárteles mexicanos para que se maten entre ellos tras descubrir que los narcos se han metido en el tráfico de personas y han introducido en suelo norteamericano a varios terroristas islámicos. Para ello no se les ocurre otra cosa que secuestrar a la hija del capo Carlos Reyes.
Rachael Bridge
Esta es Rachael Bridge una artista neoyorquina formada en el Pratt Institute cuyos óleos han ganado notoriedad en los últimos tiempos en el ámbito del arte oscuro. Afincada actualmente en New Jersey, la figura femenina y los personajes siniestros son una constante ens sus trabajos.
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