Despido día, semana y mes con el ruso Kirill Rotulo, un pintor y fotógrafo de San Petersburgo que estudió en el Art College Valentin Serov de –por aquel entonces– Leningrado y que a finales de los años 80 se estableció en los Esados Unidos, en donde trabajó diez años antes de regresar a su ciudad natal.
domingo, 31 de enero de 2016
La dame dans l'auto avec des lunettes et un fusil
Mi segunda reseña es para La dame dans l'auto avec des lunettes et un fusil, película de Joann Sfar que toma su título de la novela homónima de Sébastien Japrisot. Lo que no sé es si se trata de una nueva adaptación de la misma o de un remake de la que rodó Anatole Litvak en los 70 con Samantha Eggar de protagonista, por lo que no os puedo decir si considero que en aquella estaba mejor resuelto el suspense de la trama. Sin embargo, una cosa está clara: en esta se adivina el final desde el principio de la película. El argumento explica como Dany, una solitaria y miope secretaria de una agencia de publicidad, es requerida por su jefe para redactar un importante informe que necesita para un viaje de negocios que debe emprender al día siguiente. Es por eso que Michel le pide que pase la noche en su casa –en donde vive junto a su hija Sylvie y Anita, su mujer y antigua compañera de academia de Dany– con el fin de no perder tiempo. Por la noche, mientras la niña está en casa de sus abuelos, la pareja sale a un cocktail mientras Dany trabaja mecanografiando hasta bien entrada la madrugada. Por la mañana, Michel –que posee un bonito Citroën SM– le pide a Dany un último favor. Deberá conducir al matrimonio al aeropuerto con un Ford Thunderbird del ’66 y luego devolverlo a su hogar, porque no quiere dejarlo en el aparcamiento de Orly.
Bridge of spies
Piltrafillas, si la semana pasada os hablaba de The hateful eight y os decía que se trataba de un pedacito de cine con mayúsculas, esta Bridge of spies que hoy traigo al blog sigue la misma tónica. Su argumento nos cuenta como en plena Guerra Fría, el FBI detiene a un hombre acusado de espiar para la Union Soviética. En un país obsesionado con el armagedón nuclear que tiene al comunismo como chivo expiatorio de todos los males de la humanidad, la jugada publicitaria consiste en otorgar al acusado un presunto juicio justo y condenarlo a muerte, todo en uno. Para eso, el Gobierno requiere los servicios de un reputado bufete que asigna la defensa a un letrado especializado en seguros. Es decir, un paripé como una catedral. Pero nadie cuenta con la integridad, cabezonería y honestidad de James Donovan, que se empeñará en dejarse la piel por defender al espía. Total, amiguitos, que contra todo pronóstico –atención, spoiler, aunque en realidad no sea ese el misterio de la cinta–, Donovan acaba salvando la vida de su defendido.
AMC Javelin
Amiguitos, hoy os presento en el apartado de arte sobre ruedas al AMC Javelin, un automóvil del segmento de los pony cars diseñado por Dick Teague –un californiano que pasó por General Motors o Packard antes de acabar como vicepresidente de proyectos en American Motors– fabricado por la firma de Michigan entre 1968 y 1974 en factorías de Wisconsin, así como en Alemania, Mexico o Australia. El Javelin –del que, de pequeño, llegué a tener una miniatura decorada como el coche de Starsky, cuando todo el mundo sabe que aquel era un Ford Torino– incorporaba respecto a sus competidores varias innovaciones en cuestión de seguridad así como un interior más confortable y mayor espacio para el equipaje. Como extra, a principios de los 70 más de 4.000 modelos se vendieron con la opción del interior diseñado por el diseñador de moda Pierre Cardin.
Igor Oussenko
Comienzo el día con Igor Oussenko, un fotógrafo de Ekaterimburgo –ciudad ubicada en la vertiente oriental de los Urales– que se dedica a la fotografía de modas.
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