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La cuarta serie de fotografías de mi reciente paso por Palermo comienzan con más muestras de street art que sirven de preámbulo a nuestra visita a I segreti del chiostro, una dolceria artesanal en el interior del antiguo monasterio de dominicas de Santa Caterina en la que se dice que se elabora el mejor cannolo de la ciudad siguiendo la receta de las monjas de clausura. Enamorado y habitual consumidor de cannoli –los he degustado en Milán, Verona, Florencia, Nueva York e incluso en establecimientos italianos en Barcelona– doy fe de que el premio a la mejor masa de largo se lo lleva el palermitano. Por otra parte, si alguna vez tenéis la ocasión de visitar el establecimiento, compartid uno entre varios. Pensad que me tengo por un goloso y tras merendarme uno, fui incapaz de cenar esa noche.
Siguiendo con nuestro paseo, llegamos a la Porta Felice, que conecta la Via Vittorio Emanuele con el paseo marítimo, la Cala –el puerto de Palermo– y el famoso mural realizado por el dúo de artistas palermitanos Rosk & Loste dedicado a la memoria de los magistrados Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, asesinados por la Cosa Nostra en 1992. Completo la entrada con unas cuantas instantáneas de diversos rincones del barrio de Kalsa.
Avanzo en la semana con el bielorruso Nikolai Maminov. Natural de Minsk, actualmente se ha establecido en la lituana Vilnius, donde desarrolla su carrera como periodista, realizador de cine y televisión, fotógrafo y crítico de arte.
En uno de los laterales de Quatto Canti con Vittorio Emanuele encontramos San Giuseppe dei Teatini, una espectacular iglesia barroca cuya fachada principal no permite imaginar lo que vamos a encontrar en su interior y en la que me llamaron especialmente la atención su cúpula, sus frescos y la preciosa Madonna di Trapani con su recargada ornamentación. Espectacular. El templo también consta de una cripta que contiene un acuífero al que popularmente se atribuyen propiedades curativas milagrosas.
Completo la entrada de hoy con imágenes de la Cattedrale di Palermo, de origen árabe-normando pero reformada a lo largo de lo siglos. Quizás es por esa mezcla y por la espectacularidad de otras iglesias de la ciudad no nos impresionó tanto como catedral desde el punto de vista artístico aún siendo impresionante. La visita permite subir a las cubiertas, desde las que se ofrecen vistas de la parte superior de la catedral así como de la ciudad. En el jardín encontramos la Statua di Santa Rosalia, la patrona de Palermo.
La primera entrada de este lunes va para el mexicano Oswaldo Cepeda, un fotógrafo nacido en Durango que creció en una pequeña población de Wisconsin. Su talento como retratista usando sorprendentes técnicas de iluminación le ha otorgado fama a nivel internacional.
