¿Habéis visto la imagen?, pues bien, voy a poneros en antecedentes. Resulta que en Japón existe una minoría -una especie de casta de los intocables nipona- que aún hoy está discriminada socialmente. Se trata de los burakumin, descendientes de unos antepasados que en el Japón feudal desempeñaban oficios considerados impuros –relacionados con la muerte, tanto humana como animal-, unos marginados a los que denominaban ETA. Por otro lado, hoy en día las calles de las grandes ciudades del país están llenas de unas chicas que se visten de manera extravagante y llamativa –la minifalda y un sinfín de complementos son sus distintivos- y se maquillan hasta la exageración. Su religión es el shopping y forman parte de una tribu urbana inicialmente inspirada en la estética de las alumnas de los institutos de Los Angeles, por lo que no es de extrañar que se denominen GALS, transcripción fonética del inglés girl.
Pues bien, mientras los publicistas dedican sus vidas a encontrar slogans impactantes, leo hoy en Contraindicaciones.net que en una edición de ARCO –la feria artística española por excelencia- se presentó Makoto Aida con esta obra. El cuadro no le hizo ninguna gracia a los organizadores, que al parecer le comentaron el poco tacto que como extranjero había demostrado al presentarse con una pintura en la que trataba un tema demasiado sensible para el público español como para frivolizar con él. Entonces, el sorprendido Makoto, explicó que su obra se trataba de una manifestación crítica hacia dos extremos contrapuestos en su sociedad, los eta, frecuentemente vagabundos marginados sin apenas posesiones ni posibilidades de mejorar socialmente, y las gal, adolescentes pijas asquerosamente materialistas y superficiales. Ignoro si fue sincero –es decir, que se trataba de una casualidad sin malicia- o si el provocador artista nipón dio con algo que encajaba perfectamente en nuestro subconsciente y nos la coló, pero me ha parecido muy curioso ¿no?
Pues bien, mientras los publicistas dedican sus vidas a encontrar slogans impactantes, leo hoy en Contraindicaciones.net que en una edición de ARCO –la feria artística española por excelencia- se presentó Makoto Aida con esta obra. El cuadro no le hizo ninguna gracia a los organizadores, que al parecer le comentaron el poco tacto que como extranjero había demostrado al presentarse con una pintura en la que trataba un tema demasiado sensible para el público español como para frivolizar con él. Entonces, el sorprendido Makoto, explicó que su obra se trataba de una manifestación crítica hacia dos extremos contrapuestos en su sociedad, los eta, frecuentemente vagabundos marginados sin apenas posesiones ni posibilidades de mejorar socialmente, y las gal, adolescentes pijas asquerosamente materialistas y superficiales. Ignoro si fue sincero –es decir, que se trataba de una casualidad sin malicia- o si el provocador artista nipón dio con algo que encajaba perfectamente en nuestro subconsciente y nos la coló, pero me ha parecido muy curioso ¿no?
3 comentarios:
mUy MuY curiosO
(aplausos) (aplausos) (aplausos)....
Original este post...IMpaCtaNte
Me interesa tus informaciones sobre la sociedad nipona porque no concozco nada sobre la cultura oriental y, aunque sean pinceladas, me llaman la atención y me enriquecen.
Gracias, es usted muy amable.
AuROraZa
Busca por la intenné, hay información a capazos!!
No dejan de sorprenderme estas casualidades... con o sin malicia...
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