domingo, 13 de septiembre de 2009

The Dirt & DeTomaso Pantera



Amiguitos, me estoy leyendo –de hecho me la he acabado esta mañana- The Dirt, la biografía de la banda Mötley Crüe que en nuestro país se ha titulado Los trapos sucios. Si tenéis mi edad y érais unos rockeros durante los 80 y los 90 no os podéis perder la historia de esta panda de adictos inadaptados disfuncionales e inmaduros que –pese a todo lo por lo que han pasado- inexplicablemente siguen con vida. En palabras de César Martín, redactor jefe de la mítica Popular 1, “Pocas veces hemos tenido la oportunidad de leer una biografía tan honesta, sucia y real de una banda de rock. Los trapos sucios es una montaña rusa de excesos, glorias y tragedias, que resulta fascinante tanto para los seguidores de Mötley Crüe como para quienes jamás sintieron un interés especial por la banda. No se trata de un retrato amable sino más bien lo contrario; es un libro que definitivamente seduce y ensucia. Adictivo”.
Lo dicho, material de primera para metalheads nostálgicos totalmente recomendado por el blog del King Piltrafilla.




Sin embargo, el motivo inicial de escribir esta entrada no era hacer publicidad de ese libro sino hablaros del De Tomaso Pantera, el coche que conducía –borracho, por supuesto- Vince Neil, el cantante del grupo, cuando se estrelló contra otro automóvil y le destrozó la vida a una pareja de desconocidos además de segar la de su copiloto, Razzle, por entonces batería de los Hanoi Rocks.
El Pantera fue la apuesta del carrocero italiano De Tomaso para reemplazar al modelo Mangusta. Este coche, que salió al mercado en 1971 y estaba diseñado por Tom Tjaarda, era la impresionante unión de un cuerpo de acero monocasco y un V8 fabricado por Ford, la marca que importó estos vehículos italianos al mercado norteamericano desde su concepción hasta 1975 a partir de cuando de la mano de diversos importadores -sobre todo durante los 80-, y aunque a un ritmo menor que en la década anterior, algunos ejemplares siguieron llegando a los Estados Unidos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante!.