domingo, 20 de septiembre de 2009

Sorella di Ursula





Por último os voy a hablar de la última cinta que he visto esta misma tarde. Se trata de Sorella di Ursula, película italiana de finales de los 70 dirigida por un tal Enzo Miloni en la que se nos cuenta la historia de Dagmar y Ursula –una joven delicada de bonitos ojos pero un poquito rara-, dos hermanas que están buscando a su madre –actriz famosa que las abandonó de pequeñas para marcharse con su amante- para poder repartir con ella la herencia de su padre. Al parecer, la rarita de Ursula tiene una especie de poder premonitorio que la hace sufrir visiones de desgracias cruentas que acaban produciéndose por lo que debe tomar calmantes ya que ese don le provoca un estado de ansiedad permanente. Atención piltrafillas al objeto que reposa en la cómoda de los medicamentos con toda naturalidad y que –a poco que uno tenga dos dedos de frente- da muchas pistas sobre el desenlace. Pero poco importa, a estas alturas de la cinta, uno –todo un friki erotómano- ya babea al imaginar asesinatos de lo más gore e imágenes subiditas de tono. Sorella di Ursula es una película sangrienta –como todo giallo que se precie- y eróticofestiva como las de Jean Rollin o Jesús Franco, algo que ya se manifiesta cuando mientras deshacen su maleta sólo llegar al hotel, la friki de Ursula juega con un muñequito mientras su hermana se desnuda –sin que ello aporte nada a la historia- ante nosotros. No se tarda nada en ver que las escenas de las que seremos testigos son menos gore de lo que esperábamos y mucho más softporn de lo que imaginábamos.




Total, que mientras permanecen en el establecimiento, se produce un asesinato tras otro, Daggie se enamora de Filippo, un joven yonqui amante de la cantante del la sala de fiestas del hotel y Ursula comienza a tener bizarros sueños en los que aparece su difunto padre, quien en realidad -algo que ella no sabe- se suicidó. Entre muerto y muerto, en ese hotel todos follan con todos y mantienen en secreto la segunda actividad del establecimiento, el tráfico de drogas. Al final triunfará la verdad, descubriréis –si no lo habéis hecho ya- al asesino y sonreiréis satisfechos de haber visto –lo mejor es hacerlo con un gintonic a mano- una buena cinta de terror erótico italiano de aquella época y haber disfrutado de una fotografía y unos paisajes preciosos, sobre todo el acantilado en el que se ubica el hotel en el que se hospedan las protagonistas, una zona que he visto en diversos documentales pero que –lo lamento- he sido incapaz de identificar, algo a lo que los títulos de crédito tampoco me han ayudado. Recomendada para frikis amantes del universo del Tío Jess o similares.

No hay comentarios: