Inicio el sábado con el clip que Nightwish rodaron para su Bye bye beautiful de hace unos años. Dejando a un lado la canción –que no me desagrada en absoluto-, lo que más me ha gustado son las posturitas del guitarrista –una exaltación de la flexibilidad o el ridículo, según se mire- y esa especie de doble versión de la banda –la ficticia y la real- que han provocado en mi una clara predilección por la primera, siempre en un ámbito puramente estético, claro está.
sábado, 28 de agosto de 2010
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