Amiguitos, después del paréntesis vacacional, regreso a mis críticas cinematográficas con The Runaways, la historia del grupo de igual nombre con el argumento centrado –es un decir ya que opino que la película ha quedado algo dispersa- en dos de sus componentes, Joan Jett y Cherie Currie. La historia que la cinta nos cuenta es la de Cherie y Joan, dos adolescentes –la primera tenía sólo 15 años y la segunda 17 cuando el productor Kim Fowley las unió a Sandy West, Jackie Fox y Lita Ford- que pasaron de ser unas chicas desconocidas con vidas anodinas y futuro incierto a convertirse en unas estrellas del rock que, si bien no tuvieron una larga carrera como grupo, se convirtieron en estrellas de la noche a la mañana. Lo cierto es que la banda no es uno de mis grupos de cabecera –si he de escoger, siempre he sido más de las Girlschool-, pero una de las canciones que llevaba en mi mp3 durante mi periplo por Alemania era Cherry Bomb, y durante varios días no pude quitarme de la cabeza eso de Hello daddy, hello mom, I’m your ch-ch-ch-ch-ch-cherry bomb!, hello world, I’m your wild girl, I’m your ch-ch-ch-ch-ch-cherry bomb!
En fin, que aspectos musicales al margen The Runaways parecía a priori una interesante vía para conocer la historia de uno de los grupos de chicas más famosos que ha dado la industria musical, con permiso de las Spice Girls.
Sin embargo, la película se queda en distraída y estéticamente bonita, pero poco más. Como biografía musical adolece a mi entender de falta de profundidad mostrándonos una faceta bastante edulcorada de como transcurrieron las cosas –aunque el personaje de Fowley nos recuerda constantemente la cara infame del negocio- y privándonos de la visión completa de grupo –Lita Ford, quizás la integrante que mayor éxito ha tenido en su carrera fuera de la banda junto con Joan Jett no dio su permiso para que su biografía constara en la cinta, aunque evidentemente aparece su personaje- lo que, dejando a un lado la estupenda banda sonora, nos deja sólo margen para alabar el trabajo bastante digno de Dakota Fanning en su papel de Cherie y una fotografía colorida y atractiva. De hecho la directora del film es Floria Sigismondi, reputada realizadora de clips musicales a la que hace tiempo dediqué una entrada en este mismo blog en su vertiente como fotógrafa. Para amantes del hard rock de los 80 que quieran echar la vista atrás.
En fin, que aspectos musicales al margen The Runaways parecía a priori una interesante vía para conocer la historia de uno de los grupos de chicas más famosos que ha dado la industria musical, con permiso de las Spice Girls.
Sin embargo, la película se queda en distraída y estéticamente bonita, pero poco más. Como biografía musical adolece a mi entender de falta de profundidad mostrándonos una faceta bastante edulcorada de como transcurrieron las cosas –aunque el personaje de Fowley nos recuerda constantemente la cara infame del negocio- y privándonos de la visión completa de grupo –Lita Ford, quizás la integrante que mayor éxito ha tenido en su carrera fuera de la banda junto con Joan Jett no dio su permiso para que su biografía constara en la cinta, aunque evidentemente aparece su personaje- lo que, dejando a un lado la estupenda banda sonora, nos deja sólo margen para alabar el trabajo bastante digno de Dakota Fanning en su papel de Cherie y una fotografía colorida y atractiva. De hecho la directora del film es Floria Sigismondi, reputada realizadora de clips musicales a la que hace tiempo dediqué una entrada en este mismo blog en su vertiente como fotógrafa. Para amantes del hard rock de los 80 que quieran echar la vista atrás.
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