Y después de comerme una ensalada de puntarelle con aceitunas, tomate seco y alcaparrones y unos spaghetti con anchoas, tomates cherry, alcaparras y mozzarella, visitamos el Tempio de San Sebastiano, de curiosa planta octogonal. Seguimos paseando por la Via Torino –por cierto, os recomiendo la heladería Casa Infante, donde me comí un cannolo buenísimo– pasando ante la iglesia de San Giorgio al Palazzo antes de desviarnos hacia las ruinas romanas de las Colonne di San Lorenzo, que toman su nombre de la basílica de San Lorenzo Maggiore.
En esta entrada, además de unas muestras de graffiti –ahora se le llama street art–, os muestro un par de imágenes del Muro delle Bambole, una instalación artística bastante triste que fue inaugurada en 2014 por Jo Squillo –pseudónimo de Giovanna Maria Coletti, una cantante y presentadora de televisión– para concienciar a la sociedad del grave problema de los feminicidios y la violencia de género. Se trata de una reja a la intemperie en la que cuelgan flores secas, fotografías y muñecas de todo el mundo a las que el paso del tiempo y la climatología va otorgando una decadencia que quiere reflejar el estado de los miles de niños que estos crímenes dejan huérfanos. Cada año, durante la Semana de la Moda de Milán –que precisamente finalizaba al día siguiente de nuestro paso por ese rincón– Jo Squillo y voluntarios de su asociación convocan una concentración para rendir homenaje a las mujeres asesinadas el último año.
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