domingo, 29 de junio de 2014

Dead man down


Y mi segunda reseña se la quiero dedicar a Dead man down, última película del realizador danés Niels Arden Oplev –un tipo bregado en la televisón que también fue el responsable de Millennium 1, comentada aquí- que protagonizan Colin Farrell y Noomi Rapace, a quien Niels ya dirigió como Lisbeth Salander en sus adaptaciones de la trilogía de Larsson. Colaboran como secundarios de lujo F. Murray Abraham, Isabelle Huppert y Armand Assante. El argumento es el encuentro entre Beatrice, una mujer víctima de un accidente que la ha desfigurado, y Victor, uno de los hombres de la banda de Alphonse. Cuando las vidas de ambos se cruzan –son vecinos-, ella sabrá que él busca venganza por el asesinato de su mujer y su hija y le pedirá que la ayude a vengarse del culpable de sus heridas. 


Piltrafillas, ya os he dicho antes que hoy no estaba por la labor de escribir sesudos análisis por lo que no me extenderé demasiado. Dead man down tiene acción, a ratos... pero no es un thriller. Tiene violencia... pero también amor, o mejor dicho, la necesidad angustiosa de él. Por último, no es ni mucho menos una comedia, pero tiene pinceladas –apenas perceptibles- de humor. Y es que la cinta es muy nórdica. Porque dejando de lado los atisbos comentados de humor, violencia y acción, Dead man down es algo así como oscura, lenta, pausada, fría, inexpresiva y triste. Farrell está interesante –más que nada por sus silencios-, pero tiene esa mirada de perro apaleado que te da ganas de darle un sopapo para que reaccione. Vale que dedica su vida a vengarse y que la muerte de su familia le ha quitado la alegría, pero un poquito de garbo no estaría mal. Quien está genial es Rapace, en un personaje cargado de cicatrices, tanto físicas como psíquicas. En fin, que en general es más que aceptable, pero no os dejéis engañar por las pistolas y los disparos, de lo que trata esta película es de algo más profundo.

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