El sábado lo inaugura todo un mito, el francés André Carrara. Aficionado al mundo de la imagen desde su adolescencia, a los veinte años entró a trabajar como asistente en la agencia de publicidad SNIP y a principios de los 60 realizó un primer reportaje para Lacoste que agradó a sus jefes, iniciando una carrera impresionante. Sus primeros editoriales se los proporcionó Vogue, algo que llamó la atención de la dueña de Elle, que le contrató como colaborador fijo. Sus trabajos junto al diseñador Roman Cieslewitz, director artístico de la revista, le convirtiron en una figura de la fotografía de moda del siglo XX.
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