Le pongo la guinda al día con este pintor japonés llamado Korehiko Hino –que raro, con ese nombre yo hubiese jurado que se trataba de una mujer-, bizarro y freak al que descubrí no hace mucho con gran alegría en casa de Klimtbalan, autor de unos retratos de adolescentes con ojos de pez o quizás de cordero degollado, caracterizados por unos colores intensos que no hacen otra cosa que realzar lo “rarito” de sus obras. Definitivamente este tipo natural de Ishikawa licenciado por la Universidad de Tsukuba no es un artista mainstream, pero precisamente por ello está condenado a convertirse en un piltrafilla más de esta comunidad.
domingo, 12 de febrero de 2012
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1 comentario:
está condenado a convertirse en un piltrafilla más de esta comunidad.
-Bienvenido hermano Honejito, esto... perdón Korehiko Hino
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