Este tipo es divertido. Se llama Jani Leinonen y es un joven artista finlandés que se nutre de fotografías pornográficas, iconos de la sociedad de consumo o imágenes inocentes para alterarlas y dar como resultado unas pinturas irónicas, críticas y cargadas de humor que además son bastante kitsch. Es –a mi entender- algo asimilable a lo del huevo de Colón. Con un poco de idea en eso de mezclar colores y pintarrajear fotos –tampoco es que Jani sea Rembrandt- y la ingente cantidad de fotografías o iconografía variada que uno puede encontrar cada día, se pueden hacer obras como las de este hombre como churros. No en vano una de las ilusiones de Leinonen es convertirse en una especie de Damien Hirst –controvertido artista británico al que ya conocemos- y crear obras al por mayor en un taller pirata de Shanghai. El arte de hoy en día amiguitos, en ocasiones serio y en ocasiones una burla de si mismo. Aún así, divertido.
viernes, 2 de octubre de 2009
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