Amiguitos, en mi patética obsesión por mostraros el mayor número de cintas frikis que sea capaz y contando con una buena cantidad de obrs del Tío Jess en la cartera me he decidido hoy por ver la infumable Virgen entre los muertos vivientes -o Christine, princesse de l’erotisme o Virgin among living dead- de Jesús Franco. El argumento –otra mezcla de elementos de terror, escenas macabras y desnudos femeninos a las que nos tiene acostumbrado el realizador madrileño y que tanto nos gusta a sus seguidores- nos cuenta la historia de Cristina, desplazada desde Londres hasta un pequeño pueblo indeterminado para alojarse en el Castillo de Monteserate –acaso un nombre inspirado por Montserrat- con el fin de reunirse con su familia para leer el testamento de su padre fallecido. En el pueblo todo el mundo está convencido de que en el castillo no vive nadie, pero Cristina no hace caso y se traslada hasta allí para encontrarse con lo que ella cree que es su amante familia, sus tíos Abigail y Howard. Pronto comenzará a sufrir extrañas alucinaciones en las que se manifiestan imágenes de rituales satánicos, cuerpos desnudos e incluso los preparativos de su propio sacrificio.
Piltrafillas, había leído unas cuantas críticas que dejaban esta cinta a la altura del betún. Sin embargo, después de haberme tragado ya unas cuantas obras del Tío Jess y autores similares debo deciros que Virgen entre los muertos vivientes no es para nada lo peor que he visto, en absoluto. La fotografía me ha gustado, el argumento es estúpido y poco original –cierto- pero está bien resuelto y además, la película –sin pretenderlo- tiene cierto tono humorístico. Hay escenas hilarantes, como la de la muerta Herminia vestida de negro y sentada en una silla mientras Carmens se pinta las uñas de los pies, el tío Howard toca el órgano y canta responsos en latín y el sordo Basilio –llevado a la pantalla por el propio Jesús Franco- pone cara de idiota. Surrealista y friki. En definitiva, distraída y recomendada para todos los amantes del cine casposo, bizarro y erótico al que ya nos tiene acostumbrados este realizador. Servíos una buena copa de ron y dadle al play. El resto seguramente ya ni habéis leído la entrada, así que...
Piltrafillas, había leído unas cuantas críticas que dejaban esta cinta a la altura del betún. Sin embargo, después de haberme tragado ya unas cuantas obras del Tío Jess y autores similares debo deciros que Virgen entre los muertos vivientes no es para nada lo peor que he visto, en absoluto. La fotografía me ha gustado, el argumento es estúpido y poco original –cierto- pero está bien resuelto y además, la película –sin pretenderlo- tiene cierto tono humorístico. Hay escenas hilarantes, como la de la muerta Herminia vestida de negro y sentada en una silla mientras Carmens se pinta las uñas de los pies, el tío Howard toca el órgano y canta responsos en latín y el sordo Basilio –llevado a la pantalla por el propio Jesús Franco- pone cara de idiota. Surrealista y friki. En definitiva, distraída y recomendada para todos los amantes del cine casposo, bizarro y erótico al que ya nos tiene acostumbrados este realizador. Servíos una buena copa de ron y dadle al play. El resto seguramente ya ni habéis leído la entrada, así que...
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