Vaya como preámbulo, por si no os habéis dado cuenta al leer las anteriores recetas –o precisamente por no haberlas leído-, que a mi la cocina de Ferran Adriá e iluminados por el estilo no me provoca ni frío ni calor. Bueno, miento. Me provoca rechazo. La cocina es para alimentar. Con ingredientes frescos y de calidad, con elaboración cuidada..., pero para alimentar. Una nube de zanahoria con esencia de hongos y carpaccio de gamba con vinagreta de mostaza me parece una chorrada. Por ello, os voy a contar como hago un Potaje de alubias que –como siempre- es muy fácil de preparar, y alimenta.
Vayamos por partes. Freír un pimiento verde grande cortado a trozos. Freír un par de lonchas gruesas de tocino cortadas a dados o tiras. Freír unas rodajitas de chorizo y unas de botifarra negra. Reservarlo todo.
Hervir una pechuga de pollo deshuesada y un par de patatas grandes cortadas a dados grandes en un litro de caldo.
Abrir un bote de alubias CIDACOS –es la marca que más me gusta, qué le vamos a hacer-, y colar el líquido para que queden sueltas.
Por último, echar en una olla las patatas ya cocidas, la pechuga desmenuzada a trocitos, el tocino, el chorizo, el pimiento verde y la botifarra negra. Añadir las alubias, rallar un tomate, salpimentar al gusto y cubrir del caldo.
Yo, de vosotros, lo dejaría en la nevera una noche. Al día siguiente, calentar antes de comer y servir. Si lo acompañáis con pan crujiente y lo regáis con un buen vino tinto, la siesta posterior está asegurada. ¿A que se os hace la boca agua? Normal, son las recetas “potentes” de King Piltrafilla. ¿Por qué os creéis que mi mujer me ha puesto a régimen?
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