No hace mucho pude ver con mis ojitos a la actriz y presentadora Carmen Sevilla al frente de su programa Cine de Barrio, soltando la siguiente perla:
YO SOY MUY AFICIONADA A LA RADIO, PERO LA VEO POCO PORQUE SOY UNA VICIOSA DE LA TELEVISIÓN
Y la señora se quedó tan pancha. A priori, la imagen que la otrora actriz de renombre ofrece de sí misma parece poco favorable, es decir, la de una mema. Sin embargo, tras un segundo análisis, puede apreciarse que esta mujer -supuestamente lerda aunque creo que de tonta no tiene un pelo- ha conseguido notoriedad social y dinero presentando programas en los que uno de sus atractivos son los errores que comete. Se trata de un flagrante caso más de exaltación de la mediocridad que impregna esta sociedad del siglo XXI que nos ha tocado vivir y que está transmitiendo a nuestros hijos que para triunfar se ha de ser imbécil ...o tener un buen par de tetas.
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