Os hablo ahora de otra vieja gloria amiguitos. Se trata de Bruno Bernard, quien escapó de la Alemania nazi a finales de la década de los 30 para establecerse en Hollywood y convertirse en un maestro de la fotografía de Pin-Ups, un género que bebía de ilustradores del Art-Nouveau como Mucha o Cheret, y que en los Estados Unidos obtuvo en las décadas de los 20 y 30 gran popularidad –el género me refiero- gracias a ilustradores como Vargas o Petty y su trabajo en revistas como Esquire. Bernard recogió ese estilo –dedicado a mostrar chicas con poca ropa- y lo pasó a la fotografía, siendo el precursor –y esta es una opinión personal- de lo que años más tarde sería Playboy o publicaciones similares.
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