Desde la década de los 70 hasta mediados de los 80, en el mundo de los cómics en los Estados Unidos reinaba un tal Richard Corben. En esa época había muchos y buenos dibujantes –incluso mejores que él-, pero el rompedor diseño de ambientes y personajes que Corben plasmaba en las páginas de publicaciones como Eerie o Creepy le convirtieron en una estrella del medio.
Más tarde, con Den, su personaje más conocido, la fama de la que disfrutaba en su país se extendió al mundo. La maestría en en uso del color, el estilo de su trazo –y su fijación por los cuerpos desnudos de mujeres con grandes pechos, seamos sinceros- le colocaron en un lugar privilegiado del Olimpo de los dibujantes de cómics de los 80. Yo le conocí con Bloodstar, y más tarde compré ediciones de algunas de sus creaciones –casi siempre a través de la editorial barcelonesa Toutain- como Den:Muvovum, Jeremy Brood, Las Mil y una noches o Vic&Blood. En la actualidad amiguitos hace tiempo que he dejado de adquirir cómics -están por las nubes- y Corben ya no se prodiga demasiado haciendo lo que le encumbró, pero no hay duda de que si algún día se le reconoce al que algunos ya han bautizado como el 9º Arte la importancia que éste tuvo en el siglo XX, Richard Corben tendrá un lugar reservado en la historia.
Más tarde, con Den, su personaje más conocido, la fama de la que disfrutaba en su país se extendió al mundo. La maestría en en uso del color, el estilo de su trazo –y su fijación por los cuerpos desnudos de mujeres con grandes pechos, seamos sinceros- le colocaron en un lugar privilegiado del Olimpo de los dibujantes de cómics de los 80. Yo le conocí con Bloodstar, y más tarde compré ediciones de algunas de sus creaciones –casi siempre a través de la editorial barcelonesa Toutain- como Den:Muvovum, Jeremy Brood, Las Mil y una noches o Vic&Blood. En la actualidad amiguitos hace tiempo que he dejado de adquirir cómics -están por las nubes- y Corben ya no se prodiga demasiado haciendo lo que le encumbró, pero no hay duda de que si algún día se le reconoce al que algunos ya han bautizado como el 9º Arte la importancia que éste tuvo en el siglo XX, Richard Corben tendrá un lugar reservado en la historia.
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