Amigos del vinilo, con esta será la segunda vez que os hable de uno de mis discos de los británicos UFO. Y si la otra vez os presenté el que fue el primer álbum del grupo en el que tocó Michael Schenker, el que os traigo hoy supuso el último de estudio en el que el guitarrista alemán formó parte de la banda, al menos hasta su regreso en los 90. Y es que me perdonaréis si no compartís mi opinión, pero creo firmemente que la formación clásica con Schenker a la guitarra fue la mejor desde el punto de vista compositivo e instrumental de toda la historia de UFO. El tándem Mogg-Schenker era fantástico y esos elepés de los 70 no tienen parangón entre el resto de su discografía. Sin embargo, el carácter errático y explosivo del -acaso demasiado joven para digerir el estrellato- genio de las seis cuerdas a quien tampoco ayudaron sus excesos con la bebida, provocó serios encontronazos con el resto del grupo que desgraciadamente le llevaron a abandonar a la banda a la que ayudó a conseguir el éxito internacional tras la gira de presentación de este Obsession que fue inmortalizada en el directo Strangers in the night.
El line up en esos momentos lo formaban Phil Mogg a las voces, Michael Schenker a las guitarras, Paul Raymond a la guitarra, teclados y coros, Pete Way al bajo y Andy Parker a la batería, con la colaboración en los arreglos de cuerda y dirección orquestal de Alan McMillan.
Producido por Ron Nevison para Chrysalis, la banda recaló inicialmente en los C.P. McGregor studios pero Nevison tuvo que buscar pronto una alternativa al negarse el grupo a grabar ahí por culpa de un mobiliario que parecía comido por las carcomas y sacado de la época de la recesión. Así pues, se alquiló la unidad móvil de los Record Plant studios y los UFO acabaron en el West 3rd Carrier Station de Beverly Hills, una antigua oficina de correos abandonada en la que había un almacén enorme en el que plantar los instrumentos y los micrófonos.
El track list fue:
A
Only you can rock me
Pack it up (and go)
Arbory hill
Ain’t no baby
Lookin’ out for No.1
B
Hot’n’ready
Cherry
You don’t fool me
Lookin’ out for No.1 (Reprise)
One more for the rodeo
Born to lose
Tras colocar la aguja al principio del vinilo, Obsession se inicia con la preciosa Only you can rock me, a la que siguen Pack it up (and go) –cuyas líneas de batería iniciales me recuerdan la Immigrant song de Led Zeppelin- y Arbory Hill, otra de esas joyas que paría Schenker en solitario, aquí con una flauta y una acústica. Ain’t no baby es otra estupenda muestra de lo grandes que eran estos tipos en los 70, con esa voz, esa guitarra excelsa, la base rítmica Way-Parker y esos coros marca de la casa. Grandes. La cara finaliza con Lookin’ out for No. 1, un tema con arreglos orquestales y toda una preciosa canción que como la anterior compusieron al alimón Mogg y Paul Raymond.
La caña vuelve inaugurando la cara B con Hot’n’ready, un típico hard rock setentero al que sigue Cherry, otro hard rock estupendo con predominio del bajo –no es casualidad, la compuso Way- que posee un fabuloso solo cortito pero rápido, típicamente Schenker. You don’t fool me es un medio tiempo que en el riff y melodías vocales vuelve a traerme reminiscencias de Led Zeppelin. Tras ella, Lookin’ out for No.1 (Reprise) es la melodía del tema ya escuchado antes que se nos ofrece ahora en formato píldora instrumental, con piano, arreglos de cuerda y la guitarra genial del alemán, una breve joyita que sirve de preámbulo al estupendo One more for the rodeo, otro de esos temas casi perfectos en los que se sale la banda en pleno. Para acabar, Born to lose es un melancólico tema, otra balada con teclados y arreglos de cuerda, triste y que –a falta del directo posterior- supuso la despedida de un Schenker que musicalmente estaba en un momento inmejorable –su solo en esta canción es de los que emociona- aunque la relación personal con sus compañeros hacía insoportable la tensión en el seno del grupo. Era un héroe de la guitarra, alcohólico... y sólo tenía veintitrés años.
En resumen un vinilo imprescindible en lo musical que, además, tenía una impresionante portada de Hipgnosis en la que un desvalido Schenker vestido con una bata de blanco inmaculado está rodeado de cuatro tipos de pelo engominado con sus sentidos taponados por bolas de metal. ¿Casualidad o alegoría? En fin amigos, no nos quedemos en lo accesorio y centrémonos en lo que importa. Así pues, os acompaño la grabación completa del disco para que la disfrutéis y veneréis como merece.
¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla
Entrada publicada simultáneamente en ffvinilo.blogspot.com
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1 comentario:
Con solo 23 pirulos ya se comia el mundo , violera de elite . Gran banda y excelente reseña .
Un abrazo
http://101bluesllegaragain.blogspot.com.ar/
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