Y sí, amiguitos, en un día como hoy no podía obviar la obra que os presento ahora. Ni Atraco a las tres, ni La gran familia, ni La escopeta nacional... no señor, si hay un título mítico de la historia del cine español protagonizado por José Luis López Vázquez este es el mediometraje La cabina, que como la cinta de mi anterior entrada, fue dirigido –y coescrito junto a José Luis Garci- por Antonio Mercero. Estrenada en 1972 en televisión, esta minipelícula de –podríamos decir- terror y angustia consiguió un montón de premios nacionales e internacionales.
Si habéis llegado a esta línea de la reseña dudo que aún no sepáis el argumento de La cabina. Por si acaso, os diré que retrata las vicisitudes de un ciudadano que queda atrapado –las nuevas generaciones nunca podrán experimentar esa sensación- en una cabina telefónica sin que pueda ser liberado ni por bomberos o policías, ni por la gente que asiste entre atónita y divertida –el cautivo se convierte en espectáculo- a su desgracia. Sin embargo, las cosas van a empeorar para el pobre hombre cuando unos operarios –en lugar de ayudarle a salir de ella- se llevan la cabina a un almacén siniestro. De la película se han hecho mil y una interpretaciones –que si la cabina era la sociedad española, que si era la psique de cada individuo-, lo cierto es que tanto Garci como Mercero han dicho siempre que se trataba de un experimento, una incursión en el cine de terror que les vino de gusto hacer. Sea como sea, el resultado quedó para siempre como una pieza fundamental del cine español de los 70.
Con esta reseña cierro mi breve y particular homenaje a un actor al que muchos conocimos en las sesiones de tarde de la televisión en blanco y negro de nuestra infancia. Va por José Luis.
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