Así es, piltrafillas. Cuando mañana lunes está prevista en Londres la premiere mundial de The expendables 3, diez días antes de su llegada a las pantallas en los Estados Unidos, resulta que ya hace semanas que una copia de la cinta circula por la red. Este que os escribe ha tenido acceso a ella y este domingo -a modo de regalo estival- os ofrezco la correspondiente reseña. Dirigida por Patrick Hughes y co-escrita por el padre de la saga Sylvester Stallone, sin duda uno de los atractivos de esta nueva entrega de las aventuras de Barney, Christmas y compañía es la participación de –entre otras estrellas- Mel Gibson, Antonio Banderas o –sobre todo- Harrison Ford. El argumento nos cuenta como, tras descubrir que su antiguo amigo Stonebanks –a quien creía muerto- se ha convertido en un objetivo de la CIA y encontrarse con un equipo avejentado y diezmado, Barney debe reclutar a jóvenes soldados para llevar a cabo su nueva misión. Las más de dos horas de película se pueden dividir en cuatro partes diferenciadas. Un prólogo que nos sirve para conocer a Doc, una misión en la que el equipo de Barney fracasa, la formación de un nuevo equipo que contrapone agilidad, juventud y tecnología a la clásica fuerza bruta e instinto asesino... y la aparición del viejo equipo para unir presente y pasado en un objetivo común, acabar con el villano Stonebanks.
Amiguitos, esta The expendables 3 es en mi opinión mucho mejor que la anterior entrega. Muy entretenida y para nada larga pese a su metraje, contiene la violencia habitual con grandes dosis de acción, explosiones y camaradería testosterónica, persecuciones sobre ruedas, disparos -muuuuchos disparos- y todo un muestrario de armas cortas, largas, automáticas, tanques, helicópteros, cuchillos, ametralladoras y lanzagranadas. Sin embargo, la película también está inteligentemente salpicada de pinceladas de humor. Un buen ejemplo de ello es la aparición de Wesley Snipes en pantalla, después de pasar tres años en prisión por evasión de impuestos. Stallone fue el primero que llamó a su amigo para darle un papel en la cinta y no tuvo reparos en introducir un guiño humorístico sobre el episodio en el guión. Otro highlight es poder ver a Arnie repitiendo su clásica frase Let’s get to the chopper!, tan mítica que hasta los Austrian Death Machine –grupo de thrash metal que basa sus temas en la figura de Schwarzenegger- le dedicó un tema. Claro que ese humor también propicia ciertos estereotipos, como la aparición de Banderas a los sones de palmas y guitarra española. En resumen, amiguitos, un más que recomendable exponente de cine de acción palomitero que –de no ser por la mencionada filtración que según la productora ha generado más de dos millones de descargas- hubiese sido el pelotazo del verano.
La nota exótica del film corre a cargo del debut ante las cámaras de Ronda Rousey, judoka y actual luchadora de artes marciales que consiguió una medalla en los Juegos Olímpicos de Beijing de 2008 y que en esta The expendables 3 pone el contrapunto femenino a tal colección de musculosos hombres armados. Recomendada.
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