Esta es Laëtitia Donval, que se llama como la insulsa reina española o la bellísima modelo normanda de ascendencia corsa pero se dedica a otros menesteres. Graduada con honores en la Ecole Nationale Superieure de la Photographie de Arles, esta joven fotógrafa afincada en Brest –hace dieciocho años pasé por ahí una calurosa tarde de verano- dedica gran parte de su obra a reflejar la fragilidad de la sociedad y los efectos de la soledad y el sufrimiento en sus miembros. Definitivamente, no es autora de unos trabajos que puedan calificarse como alegres.
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