Esta mujer –que responde al nombre artístico de Eufrat, no me lo estoy inventando- es una obrera de la República Checa que trabaja duramente para que hombres de medio mundo puedan ser partícipes de la belleza de su esbelto cuerpo, construido a base de genética, horas de gimnasio y muchas privaciones alimentarias. Así pues ¿por qué no dedicarle el día también a ella?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Dias asi, con gente asi, son dignos de celebrarse un año completo.
Pobrecica, lo que hace por nos.
Esta fantastique
:)
Yo la querría de delegada sindical, oiga.
Publicar un comentario