Parking 2

La primera película que he visto durante este largo fin de semana –este lunes ha sido festivo en Barcelona y varias localidades del área metropolitana- es Parking 2 y llego a ella por recomendación de un amigo, algo que en ocasiones es bueno porque permite descubrir pequeñas obras de arte que no son del conocimiento del público general y otras veces es una trampa en la que no hubieses caído nunca de haber leído un par o tres críticas sobre la obra. Lo malo amiguitos es que hasta que no la haya visto no sabré si he invertido o he perdido mi tiempo en ella. Lo que cuenta Parking 2 es como la noche de Navidad una ejecutiva llamada Angela que sale tarde de la oficina ve que su coche no arranca. El guarda del aparcamiento le ofrece su ayuda y le propone cenar con él. Ella le rechaza y decide salir a la calle para buscar un taxi que la lleve junto a su familia. Pero el demente de Tom –un friki de esos zumbados que la espía y parece conocerlo todo de ella- no está dispuesto a tolerar así como así una negativa como esa, por lo que la pobre Angela será retenida contra su voluntad y dedicará sus esfuerzos –esa es la trama de la cinta- a escapar de su captor.

Piltrafillas, ciertamente la historia es de todo menos original. Sin embargo está rodada con buen gusto, unos medios de calidad más que aceptable y cuenta con una interpretación muy acertada de la guapa Rachel Nichols, que ni cae en la ridiculez de una patética scream queen ni se instala en el histrionismo, típico peligro de este tipo de personajes. Incluso hay un par de escenas gore que provocan angustia por la crudeza con que están rodadas. Así pues, si le sumamos que Parking 2 sabe mantener la tensión aunque la trama la hayamos visto millones de veces, mi veredicto es que se trata de un divertimento palomitero muy recomendable. De momento vamos por el buen camino.