Esta mujer –que responde al nombre artístico de Eufrat, no me lo estoy inventando- es una obrera de la República Checa que trabaja duramente para que hombres de medio mundo puedan ser partícipes de la belleza de su esbelto cuerpo, construido a base de genética, horas de gimnasio y muchas privaciones alimentarias. Así pues ¿por qué no dedicarle el día también a ella?
Dias asi, con gente asi, son dignos de celebrarse un año completo.
ResponderEliminarPobrecica, lo que hace por nos.
Esta fantastique
:)
Yo la querría de delegada sindical, oiga.
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