Piltrafillas, mi primera crítica de esta breve sesión doble va a ser para la norteamericana Coffy, una cinta de blackspoitation de principios de los 70 protagonizada por Pam Grier. El argumento –que seguro que os sonará si sois seguidores de mis entradas cinematográficas- nos cuenta como una enfermera cuya hermana ha estado a punto de morir por culpa de una sobredosis de droga adulterada se toma la justicia por su mano y la emprende contra gángsters, traficantes y chulos de los bajos fondos de Los Angeles. Tenemos a un policía amigo suyo al que dan una paliza por no dejarse sobornar y a un novio político con aspiraciones en el Congreso que mientras por un lado dice estar en contra de los delincuentes, por otro lado acepta que un mafioso de Las Vegas metido en el tráfico de drogas financie su carrera. Así es amiguitos, es un argumento clavado al que la semana pasada os conté a raíz de mi reseña de la hongkonesa The sexy killer y ya entonces os hice notar las aparentes coincidencias entre aquella cinta y esta Coffy, a la vez que os anunciaba que me ponía rápidamente a buscar esta película.
Pues bien, este fin de semana le ha tocado a la cinta protagonizada por Pam Grier y debo deciros que –sin restar ciertos méritos a la de Chung Sun- aquella era una copia casi exacta de esta. Pero si hasta la escena en la que la protagonista se mete en casa de los malos con el coche es calcada. Eso sí, como en la reseña del domingo anterior os comentaba, Coffy –obviando que se trata de la original- cuenta con la baza de la mencionada Pam como principal mérito, a la que se suma una mayor cualidad interpretativa por parte de los actores que intervienen en la cinta y un ambiente general mucho más macarra. Ah, y por supuesto, la banda sonora es también mucho mejor en este caso. Así que si debéis escoger una de las dos, quedaos con esta. Pero si –por una casualidad de la vida- me hicísteis caso la semana pasada y ya habéis visto The sexy killer, no lo tengáis en cuenta, preparaos un buen vaso de Jack Daniel’s –sin hielo- y disfrutad de Coffy. Las tetas de la Grier son mucho mejores que las de Ping Chen y además la negra –perdón, afroamericana- tiene más sangre en las venas.
Pues bien, este fin de semana le ha tocado a la cinta protagonizada por Pam Grier y debo deciros que –sin restar ciertos méritos a la de Chung Sun- aquella era una copia casi exacta de esta. Pero si hasta la escena en la que la protagonista se mete en casa de los malos con el coche es calcada. Eso sí, como en la reseña del domingo anterior os comentaba, Coffy –obviando que se trata de la original- cuenta con la baza de la mencionada Pam como principal mérito, a la que se suma una mayor cualidad interpretativa por parte de los actores que intervienen en la cinta y un ambiente general mucho más macarra. Ah, y por supuesto, la banda sonora es también mucho mejor en este caso. Así que si debéis escoger una de las dos, quedaos con esta. Pero si –por una casualidad de la vida- me hicísteis caso la semana pasada y ya habéis visto The sexy killer, no lo tengáis en cuenta, preparaos un buen vaso de Jack Daniel’s –sin hielo- y disfrutad de Coffy. Las tetas de la Grier son mucho mejores que las de Ping Chen y además la negra –perdón, afroamericana- tiene más sangre en las venas.
5 comentarios:
Esta chica tiene más glamour.
La cinta vale la pena.
Aunque yo la recuerdo como en vintage, no se si el cine "Quevedo" estaba en las ultimas y la copia se la dieron mal o esta mal mi recuerdo, lo cierto es que he soñado con las peras de esta mujer.
Ya ves man, no todo iba a ser perfección en este cuerpo mío de atleta cachas.
Ja ja ja ja, de atleta cachas, jua jua jua.... me lo imagino, me lo imagino.
Pos es que no le veo la gracia y mira que me lo miro...
¡Pam, vaya diosa!
Sin duda alguna caballero.
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