domingo, 18 de abril de 2010

The sexy killer






Piltrafillas, este fin de semana comencé mi breve sesión de cine –esta vez he dedicado gran parte de mi tiempo libre a las relaciones sociales y familiares- con una cinta de Hong Kong fechada a mediados de los 70 a la que dieron el bonito título internacional de The sexy killer. La historia que nos cuenta la película se inicia en una discoteca en la que se trafica con drogas en un ambiente sexualmente promiscuo y en donde vemos como una joven adicta acepta ofrecer su cuerpo a cambio de una dosis de heroína. Cuando es encontrada víctima de una sobredosis –que aunque no la mata afecta seriamente a su cebrebro-, su hermana, una guapa y valiente enfermera llamada Wan Fei que había ido a la policía a denunciar su desaparicion, decide vengarse de aquellos que se han valido de la debilidad de la joven y tomarse la justicia por su mano enfrentándose a los traficantes de droga de los bajos fondos de Hong Kong. Para ello se introducirá en ese mundo peligroso valiéndose únicamente de su determinación y de su atractivo físico con el fin de seducir a los criminales a los que desea castigar y que –como imagináis- irán cayendo uno a uno, desde los peones más imbéciles hasta el máximo responsable del narcotráfico de la ciudad. Para ello no dudará incluso en fingir que ofrece sus servicios sexuales a cambio de droga.




En su cruzada, Wan Fei tendrá la ayuda, más o menos comprometida, de un oficial de policía, azote de los traficantes, al que sus corruptos jefes intentan sacar de las calles incluso fomentando la violencia contra él. En fin amiguitos, una típica cinta de sexploitation ambientada en Hong Kong en lugar de en el Bronx, que cuenta con varias escenas de desnudos –eso sí, sólo se ven pechos o nalgas, nada de vello púbico- y algunas peleas coreografiadas con cierto gusto estético. Por cierto, que en todas partes en las que encontrado referencias a esta película se menciona a la que –con toda seguridad- inspiró a Chung Sun, su realizador, a la hora de rodarla y que no es otra que la norteamericana Coffy. ¿Y sabéis qué piltrafillas?, he leído la sinopsis de esta película y realmente existen muchos paralelismos con The sexy killer, demasiados diría yo. Así pues, parecería que vista una, vistas las dos. Sin embargo, Ping Chen no es Pam Grier –una de mis heroínas de las cintas de sexploitation- por lo que ya os aviso que me pongo manos a la obra para intentar hacerme con la mencionada Coffy. De momento, esta The sexy killer es más que recomendable para todos aquellos que disfrutáis con este cine palomitero de sexo y violencia, ambos muy light por supuesto.

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