Ahora le toca aparecer por aquí al ATS, una firma de automoción italiana fundada en 1961 por un aristócrata multimillonario llamado Volpi quienes, junto a los ingenieros Bizarrini y Chiti -que habían salido de Ferrari por culpa de fuertes discrepancias con su propietario-, pusieron manos a la obra con el objetivo de poner en los circuitos europeos unos monoplazas de competición de su autoría. El proyecto fracasó, pero dos años más tarde presentaron el ATS 2500 GT en el Salón del Automóvil de Ginebra, un deportivo elegante con diseño del carrocero Allemano, que tuvo un discreto éxito. Sin embargo el pobre número de ventas –sólo se fabricaron doce unidades- propiciaron el cierre de ATS y el fin del sueño del Conde Volpi.
lunes, 19 de abril de 2010
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3 comentarios:
solo me gustan los chevy
sorry
Pd asi de asqueroso me he levantao hoy
Ja ja, pues peor para usted.
una "M"
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