domingo, 11 de abril de 2010

Hanger







Le pongo la guinda cinematográfica a la semana con una cinta que a piori prometía ser sumamente bizarra y gore, de esas pasadas de vueltas que tanto me divierten y nunca dejo pasar la ocasión de comentaros. Para la tarde del domingo había escogido una nueva obra del realizador Ryan Nicholson, el mismo de Gutterballs, otra cinta que ya os comenté positivamente y que me hizo pasar un buen rato aún teniendo en cuenta de que se trataba de un producto de serie B de los baratos. Esta vez se trataba de la ofensiva Hanger –es decir, colgador o percha-, otra serie B o C o D que prometía ser todo un compendio de elementos de horror y escenas extremas y desagradables, uno de esos subproductos en los que se echa sangre, falta de escrúpulos y algo de sexo en una coctelera, se agita, y da como resultado un bocado interesante para los frikis como yo. Sí piltrafillas, cuando le he dado al play estaba salivando ante la hora y media que me esperaba. Acompañado por mi habitual copa de ron añejo colombiano de la sobremesa de los domingos, he comenzado a ver la historia de una venganza, la de Hanger, el apodo de un chaval que ha sido cuidado por un homeless hasta la mayoría de edad, quien junto a un tal John –un tipo duro y quizás su padre- persigue a un sádico proxeneta llamado Leroy que 18 años atrás obligó a su madre, una puta llamada Rose, a abortar introduciéndole un alambre de percha por la vagina –en una escena desagradable incluso para estómagos curtidos como el mío amiguitos- porque en su estado nadie se la quiere follar. No me diréis que ante una sinopsis así no era una película atractiva. Tenía putas, un asesino deforme –física y mentalmente- y la perspectiva de ver litros de sangre y mutilaciones era más que verosimil.




Sin embargo –a lo mejor la culpa es mía por esperar demasiado- el resultado final no ha cubierto mis expectativas. La calidad de las interpretaciones es nula y la realización torpe y demasiado oscura. No me malinterpretéis, lo bueno de este tipo de cintas de bajo presupuesto es que no acostumbran a defraudar porque tampoco se acostumbra a esperar demasiado de ellas. Además, escenas como la antes mencionada de la percha o la de una puta a la que chafan el cráneo con la puerta de un coche o el asesinato a dentelladas de una testigo de Jehová han sido bastante divertidas. Sin embargo, no se amiguitos, me he quedado insatisfecho, la inclusión de imágenes de sexo sin venir a cuento, la escena de la puta pelirroja tirándose un pedo en la cara de John o la escena del imbécil de Russell haciéndose infusiones con tampones usados son más un intento zafio de provocación que un ejercicio de horror gore. Total, que Hanger me ha decepcionado. Sin lugar a dudas Gutterballs era infinitamente superior.

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