miércoles, 23 de julio de 2008

Supervixens


En relación a esta película debo deciros sin rubor que, siendo un divertimento de dudosa trascendencia con tintes soft-porn, ha tenido más calidad y ha sido –para mi gusto- muy entretenida.
Se trata de Supervixens, uno de los títulos de culto del afamado director Russ Meyer, y en ella se cuenta la historia de Clint Ramsey, un joven que trabaja en una gasolinera y tiene una novia posesiva y sexualmente voraz. Durante una pelea de la pareja, un policía impotente hace su aparición, y –creedme- no trae con él nada bueno.
Después de algunos minutos de metraje durante los que avanza el argumento, pero que no os destripo por si un día decidís ver la película –porque os la recomiendo, no es una obra maestra pero sirve para pasar un rato agradable siempre que no os la toméis en serio-, Clint debe huir.
En su carrera conocerá a una pareja que le atacará y le robará, a una granjera que le curará las heridas... en fin, tetas, culos, tetas, cuerpos desnudos, tetas, cuerpos fornicando... , pero todo muy soft y tan casposo e irreal que hasta es cómico. Cuando la película parece que toca a su fin, el policía del principio –de quien ya no se acordaba nadie- regresa a escena. Amiguitos, se masca la tragedia.

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