Matar o morir (2018)

La primera reseña de hoy es para Matar o morir, sesuda traducción del título original Peppermint. Me ahorraré hacer más comentarios. Dirigida por Pierre Morel –realizador francés responsable de títulos como Taken o Desde París con amor, comentadas ya la una y la otra en este espacio–, esta entretenida aunque banal cinta de acción que cuenta con Jennifer Garner como protagonista nos cuenta la historia de Riley North, una empleada de banca que pierde a su marido y su hija, asesinados por orden de un narcotraficante. Cuando constata que la justicia está corrupta y los culpables quedan en libertad sin cargos, desaparece y entrena su cuerpo para la lucha y el uso de armas. Años más tarde se instala en el skid row angelino y desde allí inicia su plan de venganza y exterminio mientras la policía y el FBI siguen sus pasos. 

La verdad es que Matar o morir puede ser muchas cosas excepto original. También debo deciros que la he encontrado muy por debajo de las antes citadas dirigidas por Morel. Sin embargo, eso no es óbice para que me haya parecido interesante. Recordemos que Jennifer Garner conoció al que sería su marido durante más de diez años en el rodaje de Daredevil, aunque Ben Affleck ha adquirido mayor notoriedad –no era difícil– interpretando a Batman, un vengador sin más poderes que su físico y el trauma provocado por la muerte de sus padres. Pues aquí encontramos a una vengadora traumatizada por la muerte de su familia. Ambos están igual de trastornados y son protagonistas de una lucha igual de inverosímil. Total, nada nuevo bajo el sol pero -repito– una película entretenida y recomendable que nos trae a la Garner como una mezcla de Paul Kersey, Sarah Connor y The Punisher, una heroína en la senda de la Zoe Saldana de Colombiana –también vista aquí–, por cierto producida y coescrita por Luc Besson, con quien Morel trabajó en el pasado como operador de cámara.