La mañana del segundo día se despertó nubosa, aunque en las jornadas siguientes ya pudimos comprobar que sobre París, las nubes e incluso la lluvia, aparecían y desaparecían con idéntica rapidez. Tras dejar atrás el hotel, cruzar la Cité en dirección a la Tour Saint-Jacques, y después de tomar un petit déjeuner a la sombra de la Fontaine du Palmier junto al Théâtre de la Ville –en un café acertadamente llamado Le Sarah Bernhardt– cogimos el metro para plantarnos en La Défense y recorrer su esplanade jalonada de altos rascacielos, centros comerciales y obras de arte al aire libre, sin olvidar la enorme y en la actualidad algo degradada Grande Arché.
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4 comentarios:
Cuántos recuerdos, titi. ¿No fuiste a visitar la tumba de Jim Morrison? (esta es obligada también).
Paciencia, aún quedan muchas entradas.
que moderna es esa ciudad.... a cuanto queda del centro de París?
que bueno, todo esto sirve como guía para si uno en un futuro tiene mucha suerte ja....
espero las demás entonces....
Bueno, moderna... yo estuve en el 91 y hay lo mismo. Está muy bien comunicada en metro, apenas 6 paradas desde Place d'Etoile.
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