Amigos, la primera señal que de The Who llegó a mi vida fue Free me –que no era de ellos-, tema cantado por Roger Daltrey en su álbum McVicar correspondiente a la banda sonora del film de igual título –me encanta esa canción del gran Russ Ballard- que se metió en mi cerebro muchos años antes de que incluso fuese capaz de identificarla. Luego llegó Tommy, la cinta de Ken Russell basada en la ópera rock del grupo, que emitió TV3, yo grabé en VHS y aun conservo en lo más hondo de mi armario. Más tarde llegaron las versiones de Scorpions y Gorky Park de I can’t explain y My generation respectivamente para el EP Stairway to heaven/Highway to hell... y finalmente –no hay por qué negarlo- las franquicias de CSI o la versión de Limp Bizkit para Behind blue eyes llamaron mi atención lo suficiente como para hacerme con un cedé de estos británicos. Sí amigos, porque uno respeta a los clásicos pero tampoco es que sea conocedor a fondo de la obra de todos ellos. Claro que Pete Townshend era un genio en su momento –diría que infravalorado por muchos melómanos-, John Entwistle un estupendo músico que incluso llegó a tocar en un álbum de Glenn Tipton, con lo que podríamos decir que es un poco heavy, Keith Moon una jodida leyenda –más por sus locuras y excesos de todo tipo que por otra cosa- y Roger Daltrey el tipo que cantaba Free me, pero tampoco me las voy a dar ahora de acérrimo seguidor de The Who, por muy recomendables, imprescindibles –son puro hard rock en muchos momentos- y reivindicables que me parezcan.
Así, cuando me dio por comprar un álbum de The Who, escogí el cedé de Who’s next?, su quinto álbum editado en el verano de 1971 y uno de los más alabados por la crítica. La génesis de esta obra la encontramos en una de las idas de olla habituales de Townshend titulada Lifehouse que debía convertirse en otra ópera rock que siguiese la estela del éxito de Tommy. Pero el proyecto, que comenzó a grabarse en los Record Plant con Kit Lambert a los controles, no fructificó y al final la banda –en realidad Townshend- creó un álbum que tendría como principal característica el ser el primero en el que se utilizaban sintetizadores. Total, que con un Pete Townshend deprimido y el proyecto Lifehouse en la basura, la banda contrató a Glyn Johns y se metieron en los Olympic studios para producir Who’s next?
El line up lo componían los mencionados Roger Daltrey a la voz, coros y armónica, John Entwistle al bajo, coros, Keith Moon a la batería y percusión y Pete Townshend –compositor de todos los temas excepto uno y alma máter del proyecto original- a la guitarra, voces, coros, piano, sintetizadores y órgano, con la colaboración de Nicky Hopkins al piano. El track list del cedé –no del álbum original, sino de la edición de 1995 que poseo, un cuidado lanzamiento con un libreto lleno de numerosas fotografías, comentarios de todos los temas y un par de extensos artículos de Pete Townshend y el editor del fanzine Generations, un tal John Atkins- era:
Baba O’Riley
Bargain
Love ain’t for keeping
My wife
The song is over
Getting in tune
Going mobile
Behind blue eyes
Won’t get fooled again
Pure and easy
Baby don’t you do it
Naked eye
Water
Too much of anything
I don’t even know myself
Behind blue eyes (original)
Who's next? se inicia con Baba O’Riley y ese inconfundible sintetizador seguido de esas tres notas al piano híperreconocibles. Bargain es un trallazo de hard rock con bonitos arreglos. Love ain’t for keeping es un precioso y sencillo tema al que no sé cómo etiquetar, sino es como pure rock con coros y una guitarra acústica impresionante. Sirve de preámbulo a My wife, otro rock directo aunque arreglado con piano y lo que parece una sección de metales que muy bien podría ser alguno de los juguetes electrónicos a los que se había aficionado Townshend. The song is over es otra típica canción Townshend con piano y sintetizador, lenta y melancólica que se alegra a medio tema. Getting in tune es otro tema lento con piano, muy emotivo, que pilla fuerza en algunos momentos. Going mobile es un temilla que, si no fuese por la batería de Moon que le da algo de fuerza y algún breve guitarrazo, tendría un sonido tirando a hippie muy poco recomendable para rockeros de pro. Entonces llega EL TEMA, la -en mi modesta opinión- joya del álbum, la emocionante Behind blue eyes. No tengo palabras, amigos. Finaliza la grabación original con otro imprescindible tema con inicio –una vez más- de sintetizadores, el también televisivo Won’t get fooled again. Pero esta edición de 1995 contiene siete temas extra, a saber: Pure and easy –con un estilo que parece a ratos que inspirase a R.E.M. años después-, la rockera Baby don’t you do it –con Leslie West a la guitarra-, sendas grabaciones en directo de Naked eye y Water –la primera del Odd & Sods del 74, una estupenda muestra del rock inclasificable que hacían estos tipos, y la segunda original de la cara B del single 5:15 de Quadrophenia, otro fantástico corte- a las que siguen Too much of anything –no me excita demasiado esta canción-, I don’t even know myself –que fue cara B de Won’t get fooled again y tampoco me hace vibrar demasiado que digamos- y el broche final de Behind blue eyes, esta vez en una versión primeriza grabada en los Record Plant de New York con Kit Lambert a los botones y Al Kooper en el órgano.
Para finalizar este breve, personal y seguramente poco autorizado repaso a Who’s next? –además a cargo de alguien que ya os he dicho que no se considera seguidor de The Who- deciros que la portada diseñada por Kosh y fotografiada por Ethan Russell en la que parece que la banda se ha meado literalmente en un bloque de hormigón muy parecido al monolito de 2001: Una odisea del espacio es –según contó Townshend- una venganza hacia Stanley Kubrick, que declinó la oferta del guitarrista para dirigir la adaptación cinematográfica de Tommy. Por último –por si no os habéis dado cuenta- os diré que el protagonista de la foto promocional sado style que aparece en el interior no es otro que Keith Moon con una peluca.
Os acompaño el enlace al álbum original completo y como bonus y aunque no venga muy a cuento –o sí, como queráis verlo-, os adjunto también a modo de anécdota el clip de Hungry for heaven de DIO para que comparéis el riff de inicio con el inicio de Baba O’Riley, a ver que os parece. Ah, y por supuesto, el de Free me.
¡Feliz fin de semana!
© King Piltrafilla
Entrada publicada el pasado viernes en zeppelinrockon.com
Entrada publicada el pasado viernes en zeppelinrockon.com
1 comentario:
Qué puta obra maestra
Publicar un comentario