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Machete kills
Piltrafillas, cuando en 2007 Tarantino y Rodríguez estrenaron Grindhouse, nos sorprendieron con unos estupendos traílers fictícios que rápidamente provocaron la demanda por parte de buena parte del público de que debían hacerse realidad. Uno de esos tráilers correspondía a las aventuras de Machete Cortez, un federal mexicano renegado que buscaba venganza. Rodríguez recogió el testigo y finalmente, tres años más tarde, Machete se hizo realidad. El estreno supuso todo un acontecimiento para este que os escribe, que –con algunos amigotes- montamos una salida gastronomo-cinematográfica para celebrar el acontecimiento. Y lo cierto es que lo pasamos pipa –leedlo aquí-, como críos disfrutando de la película, con un argumento manido e inverosímil e interpretaciones estereotipadas pero llena de gags de humor grueso –la sutil escena del móvil y la chica desnuda no la olvidaré mientras viva-, violencia exacerbada, pirotecnia y preciosas mujeres. Así que os podéis imaginar lo que supuso para nosotros ver como al final de la cinta se anunciaba que la historia tendría continuidad en Machete kills, todos comenzamos a salivar a la espera de una nueva oportunidad para reunirnos ante la pantalla y pasar un rato entretenido antes de ir a cenar y tomar unas copas. Sin embargo, a finales del año pasado Machete kills se estrenó en los Estados Unidos, hundiéndose en la taquilla en su primera semana de proyección. Solo hay que ver que en nuestro país ni ha pasado por las salas comerciales (y si lo ha hecho, ni me he enterado). Y la verdad es que no tengo ni idea de la razón, pero comienzo a creer en que han habido intereses ocultos que han querido dinamitar el trabajo de Rodríguez, porque ni la cinta es tan mala ni se entiende que la critiquen tanto en un país que cada año saca a las pantallas innumerables truñacos.
Producida y dirigida por Robert Rodríguez, la historia nos cuenta como tras una operación fallida en la que pierde la vida la federal Sartana Rivera, Machete Cortez es contratado por el mismísimo presidente de los Estados Unidos para eliminar al narco-revolucionario Loco Méndez, quien posee un peligroso misil. Para ello, Miss San Antonio –en realidad, la agente especial Blanca Vásquez- le dará la pista del burdel de Madame Desdemona para que localice a Cereza, la prostituta personal de Méndez. Al final, Machete descubrirá que la amenaza es incluso mayor y que Méndez es solo una marioneta del excéntrico multimillonario Luther Voz, verdadero instigador de un plan que pondrá en peligro a la Tierra entera. Amiguitos, por si pensaba alguien que esto acababa aquí, la película comienza con el traíler de Machete kills again... in space. Hilarante. Entonces comienza Machete kills y sin que pasen ni diez minutos, hay muertos a mansalva, cabezas cortadas, aparece el ejército, los narcotraficantes y un Machete al que ni la electricidad hace daño. Esto promete. Y luego, casi dos horas de una especie de alianza latina al servicio de un cómic lleno de excesos pasado a personajes reales. Con Robert Rodríguez al frente de un grupo de amiguetes -Santiago Segura style- encabezado por Danny Trejo, con aparición –entre otros apellidos- de Alba, Vega, Rodríguez, Vergara, Sheen –presentado en su versión real, Estévez-, Olmos o Banderas... lo dicho, una latin movie en toda regla aunque Amber Heard haga de Miss rubia y lerda como tapadera a un personaje latino. Os diré una cosa, Piltrafillas, no os podéis perder esta película. Las críticas negativas y la pobre respuesta del público son del todo inmerecidas. Se trata de cine palomitero, por Dios. Mi generación creció con series como Hotel, Love Boat, A-Team, The greatest american hero, Charlie’s angels, Blue thunder, y películas de Charles Bronson, Chuck Norris o Jean-Claude Van Damme... ¿a quién queremos engañar?, Machete kills es un estupendo divertimento, una película exagerada, sin pies ni cabeza, con un montón de disparos, explosiones, vehículos blindados, furgonetas Volkswagen, un landspeeder de Star Wars con Machete al volante, cuerpos reventados, humor, muertes –no os perdáis la manera en la que pierde la vida Zaror, puro cómic- y latinas guapas. Y luego está el gag del Camaleón como excusa para dar pequeños papeles a sus amigos. No me digáis que no es ingenioso. En resumen, que si la primera de la saga me gustó, esta no me ha defraudado y –sinceramente- no puedo hacer otra cosa que recomendárosla. No es Woody Allen, pero –aunque disfruté con Blue Jasmine- no esperaba encontrármelo en una película con Sofía Vergara haciendo de puta con una metralleta en las tetas. En fin, que ya estoy esperando a que se haga realidad Machete kills again... in space.
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