sábado, 9 de enero de 2010

Terminator Salvation









Y la segunda película de la que os voy a hablar –hoy la cosa va de secuelas- es Terminator Salvation, la cuarta entrega de la saga iniciada hace ya 25 años por Arnold Schwarzenegger y James Cameron. Esta vez –en pleno 2018- tenemos por un lado a John Connor, uno de los oficiales de la resistencia humana que lucha contra Skynet y sus terminators y por el otro a Marcus, un condenado a muerte que dona su cuerpo a la ciencia y al que un ataque de la resistencia libera de su cautiverio. Ambos se unirán –por razones dispares- en la búsqueda de Kyle Reese, el adolescente que –no se si decir en un futuro o en un pasado, los que sigáis la saga me comprenderéis- se convertirá en el padre de Connor. Piltrafillas, ojo a la aparición –virtual, eso sí- del bueno de Schwarzenegger.




Amiguitos, Terminator Salvation es muy distraída –sobre todo para los iniciados en la historia que cuenta- pero no me ha parecido nada del otro mundo. Técnicamente está bien hecha –me ha gustado mucho esa fotografía sucia y metálica, con ese tono mezcla de gris y terroso-, hay acción, el ritmo es ágil... pero el guión me ha parecido poco trabajado. Tras cuatro episodios, sigue pareciéndome mucho mejor el pelotazo mundial que supuso Judgement Day. La banda sonora de Danny Elfman –autor de unas melodías que ya enganchan en los títulos de crédito iniciales- es de lo mejorcito en esta película para pasar un rato agradable que no aporta demasiado a la historia iniciada allá por 1984 y que esta vez es como un gran comic de guerra trufado de situaciones inverosímiles de las que el protagonista sale siempre airoso. Aún así –en espera de la posible 5ª parte, quizás la definitiva- recomiendo su visión con refresco y palomitas.

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