Piltrafillas, vaya por delante que el señor Kurt Cobain –quien llegó a este mundo un mes antes que el que os escribe- no es precisamente santo de mi devoción. La mayoría quizás no lo sepáis, pero Nirvana –la banda de este hombre que revolucionó desde Seattle el panorama musical- y otras por el estilo dieron nombre a una corriente a la que se dio en llamar grunge y que supuso la muerte del hard rock y el heavy metal tal como lo habíamos conocido en los gloriosos 80. Así pues amiguitos, para un metalhead como yo, el puto Cobain y sus amigos dieron al traste con una escena que me había acompañado durante toda la adolescencia. Por ello os diré que me da absolutamente igual que este tipo fuese un inadaptado y que se suicidase el día 5 de Abril de hace hoy quince años.
Pero, por otra parte, si me tengo por alguien mínimamente informado en esto de la música de los 80 y 90 no puedo obviar que –me guste o no- el depresivo de Kurt es una pieza importante de la historia de la música de finales del siglo pasado. Por eso os adjunto el clip de Smells like teen spirit entonando el mea culpa y confesando... ¡que yo he bailado esta canción! ¿Que lo hacía cargado de gintonics? pues sí, ¿que estaba harto de aguantar otro tipo de músicas pastelosas y esto al menos tenía guitarra, bajo y batería? pues también. Aún así, no tengo disculpa. Es algo con lo que deberé vivir el resto de mi vida.
1 comentario:
Me gustaban Nirvana hasta que mi amigo de España me regalo discos de Stooges y Velvet Underground y descubri la esencia de Nirvana.
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