Para contrarrestar la falta de información de la entrada anterior, os voy a hablar ahora de Hu Ming, la hija de un matrimonio de doctores en medicina que trabajaban para el ejército de la China Popular y esperaban de ella que siguiese sus pasos profesionales. Eran los años de la revolución cultural y Hu Ming los pasó en la escuela dibujando retratos de Mao Tse Tung. A los quince años –sin tener ningunas ganas de seguir la carrera de sus progenitores- se convirtió en soldado, y fue destinada a un hospital militar. Sus mandos no tardaron en darse cuenta de su falta de motivación ante la vida castrense por lo que fue destinada a la biblioteca, lugar en el que comenzó a interesarse por las obras de autores internacionales, un mundo nuevo para alguien que había crecido leyendo el ideario de Mao. Hu Ming llegó a pasar por la Universidad e incluso regresó al hospital militar. Sin embargo, hacía tiempo que había descubierto su vocación como pintora.
Autora de una gran cantidad de impresionantes obras en las que representa su admiración por el cuerpo femenino, tanto en su aspecto sensual como de fortaleza física, Hu Ming ha realizado un montón de exposiciones por países como Japón o Singapur y tiene obras en colecciones privadas de Europa, Canadá, Asia y los Estados Unidos. Me ha gustado tanto esa mezcla de imaginería comunista y erotismo que os acompaño una cantidad de imágenes superior a las que os acostumbro a mostrar de cada artista. Espero que os enamore tanto como a mi.
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