Queridísimos piltrafillas, os voy a hablar de un par de películas que tienen poco que ver entre si. La primera es The art of the Devil, una cinta de género gore a la que algunos críticos han calificado como obra maestra del cine de terror tailandés. Sin embargo, creo que no hay para tanto. No me malinterpretéis, la película no está nada mal, pero ni el nivel de los actores ni los efectos especiales ni la ausencia de originalidad de la historia la hace –desde mi punto de vista- merecedora de tan alta consideración. El argumento cuenta como una joven tiene una relación con un arquitecto rico, fruto de la cual queda embarazada. El hombre la humilla y deja que sus amigos la violen. Como es natural, la venganza de la ultrajada joven no se hará esperar. Las muertes se suceden y poco a poco una espiral de violencia y magia negra comenzará a involucrar a los familiares del arquitecto, que nada tienen que ver con lo que ha pasado. Poco a poco la historia se va complicando y convirtiendo en una película que, más que terror, es de esas que te mantienen en tensión. De hecho, aún siendo un film pretendidamente gore –aunque habrá a quien le parezca lo contrario- no aparecen demasiadas escenas sangrientas. En fin amiguitos, distraída y –sin ser una obra de arte- muy atractiva para los que gustamos del género. El resto, abstenerse.
miércoles, 23 de julio de 2008
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