La Wikipedia define a La Matanza de Texas como una película de terror de bajo presupuesto rodada en 1974. Explica que fue prohibida en Gran Bretaña y afirma que guarda cierta relación con hechos reales. Pero a mi, lo que de verdad me sugiere la película, es una tarde que pasé en un pequeño e incómodo cine de Barcelona, el Maldá, de los que antes se llamaban de Arte y Ensayo –salas en las que se exhibían películas que estaban fuera del circuito comercial, cuando el cine independiente era realmente independiente-, sin aire acondicionado. La crudeza de aquellas imágenes -que no es que diesen miedo, es que acojonaban- junto con el calor y las butacas duras del cine, han hecho que recuerde gratamente –será que soy masoquista- aquella tarde en la que descubrí a Leatherface y su familia y decidí que a) nunca recogería a autoestopistas, y b) de estropearse mi coche en medio de una carretera desierta, nunca iría a pedir ayuda a la casa más cercana. Antes echo a correr hasta la siguiente ciudad.
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