Remington Steele

Esta es otra de las series de mi adolescencia que recuerdo con cariño. Se trata –como supongo que sabréis- de Remington Steele. La cosa iba de una joven detective llamada Laura Holt –encarnada por Stephanie Zimbalist, que no era un bellezón pero tenía mucho encanto- quien, aún siendo sagaz e inteligente, sufría los prejuicios de un sociedad machista que no confiaba en ella para un trabajo tan supuestamente masculino, con el peligro para la subsistencia del negocio que eso conllevaba.
Un día se cruzaba en su vida un ladronzuelo –encarnado por Pierce Brosnan, de quien nunca se conocerá su nombre real- que para escapar de unos perseguidores poco razonables se inventa la identidad de Remington Steele. No recuerdo muy bien como se hilvanaba todo ello, pero lo cierto es que desde que una confusión hace pensar a unos clientes de la agencia que él es el detective que le da nombre, los casos comienzan a llegarle a Laura.
El éxito de la serie radicaba –además de en las propias historias-, en la química que se daba entre sus actores protagonistas, Pierce y Stephanie (algo que también se vería en Luz de luna, otra serie de detectives protagonizada por Bruce Willis y Cybill Shepherd, y más tarde en Expediente X).

Por cierto, y ya que he mencionado a Luz de luna..., ¿os habéis dado cuenta de que, a raíz de esos trabajos, Pierce Brosnan y Bruce Willis alcanzaron el estrellato internacional y dieron el salto al Cine mientras que sus compañeras de reparto, que eran las verdaderas protagonistas de las series, no tuvieron una carrera boyante?